lunes, 7 de octubre de 2013

Capitulo 54~ FINAL

¡NYA, NYA, NYA! Ponte algodón en los ojos, no llores porque en el título ves FINAL, si, así, a lo gordo y grande y monstruoso. Es el final de este fanfict, sí. A mí también me da una pena que no veas. Pero todo acaba en un momento u otro. Sí, escribiré más cosas y seguramente mejores. Así que en el fondo no es tan el final. Los personajes y la historia siguen ahí, puedes leerlo cuando quieras (cof cof cuando termine de subir todos los capítulos restantes cof cof). PERO EH, no te deprimas, en el fondo Cami nunca dejará de llevar orejas de gato (?).


- ¿¡Quieres terminarte el pastel de una vez!? – me riñó Shana.
- Ef que efta mu’ buenfo – dije con la boca llena.
- ¡Trágatelo ya!
Me lo tragué de golpe, quedándome a gusto. En el patio, sentadas en la mesa del jardín, la brisa me dejó empanada por unos segundos.
- ¡Qué bueno estaba! – estiré los brazos satisfecha. – Ya echo de menos el sabor y todo.
Shana me reprochó con la mirada.
- ¡Me has hecho esperar demasiado! ¿Cómo quieres que te mire? Ya va siendo hora de que me cuentes el final de la historia.
- Está bien, está bien. No era mi intención. – reí por lo bajo – Lo qué pasó después no es tan importante como lo que he contado. Pero aun así hay que contarlo.
Ella asintió mirándome fijamente. Que aguante tiene, lleva todo el día haciéndome la entrevista y desde que llegó preguntando si podía contarle toda la historia sobre Metal Goddess y la apuesta, no ha descansado ni un momento de mí. Me ha grabado mientras lo contaba como si fuera una detective y todo. Aunque he recordado todo a modo que lo iba contando, justo como ver una película, mejor dicho, una telenovela.
Shana pulsó el botón de la grabadora y seguimos.
- Nos rechazaron unas cuantas discográficas a las que mandamos algunas de nuestras canciones pero, obviamente, seguimos intentándolo. Participamos en festivales, salas de conciertos, más fiestas del instituto e incluso bares chungos de moteros. Seguimos así hasta casi final de nuestro último curso. Cuando los padres de Dylan me llamaron. Ya lo habían hecho otras veces, al parecer se sentían en deuda conmigo por lo que su hijo había hecho. Y resultó que nos habían recomendado a un amigo suyo, que era nada más y nada menos que otro pez gordo de una compañía de talentos.
- Axel Westwood, ¿verdad?
- Exacto, el mismo. Justo después de graduarnos nos hizo debutar con el primer single oficial de Metal Goddess. Aunque Dark Dragons tampoco se quedaron atrás, ellos hicieron su debut con la compañía de talentos rival a la nuestra, coincidencia, no me lo pareció cuando Castiel me lo avisó. Pero aun así lo apoyé como si fuera su fan número uno, que en realidad lo era, pero nadie puede saber eso. Debutaron poco después que nosotras, con un single también. Habíamos olvidado lo de la apuesta incluso, y esto era ya más una pelea entre nuestros representantes. En fin, aquello no duró mucho. Cada uno quería hacer algo distinto, ir a la universidad a estudiar cosas más interesantes. No muchos quisieron vivir del mundo del entretenimiento. Entonces, un año después del debut, las dos bandas se separaron, al mismo tiempo. Dejando un montón de corazones rotos, claro está. Pero habíamos recordado la apuesta y se nos había ido realmente de las manos. Bueno, el punto es que cada quién se fue por su lado, algunos con sus parejas de instituto, otros se han separado por cosas de la vida, los buenos amigos seguimos yendo de fiesta...
- Pero entonces, ¿quién ganó?
- Eso…
- ¡Mamá gato! – se oyó.
- ¡Nya, cachorrillo mío! – le dije a Ren. En cuanto llego hasta mí le achuche como una buena madre. - ¿Qué tal el cole?
- Un muermo. – dijo él sonriente. Observé en su rodilla un pequeño moratón y una tirita cubriendo la otra rodilla.
- Su profesora me ha dicho que se ha vuelto a caer. – dijo Castiel apareciendo.
- Ya me parecía, igualito que su madre en deportes. – dije mirando a Ren con cariño. Mi primer y único hijo.
- Y también que se metió en una pelea con sus compañeros de clase. – replicó Castiel.
- En eso es como su padre. – murmuré.
- Hm, ¿aun sigues aquí? – dijo Castiel mirando a Shana y cruzando los brazos.
- Sí, ¿algún problema? – contestó ella desafiante.
- Venga Castiel, James me preguntó expresamente si la podía ayudar con su trabajo, solo he aceptado porque es su sobrina favorita. – dije guiñándole un ojo a Shana. Al ver a Castiel mirándola así me da por pensar que se está diciendo para sí mismo: ‘’James debería preocuparse por los treinta churumbeles que ya tiene, en vez de por sus sobrinos’’.
- Pero seguro has acabado contándole algo más que solo la historia de las bandas. Algo que incluye cosas para menores de edad. – dijo él, yo me limité a taparle las orejas a Ren.
- Las escenas de amor también eran importantes en la historia. ¿O no? – le pregunté a Shana.
- Sí, sí. Eso mismo. ¿Pero puede decirme alguien quien ganó aquella apuesta? – refunfuñó ella.
- ¿Tú quién crees que ganó, Ren? – le pregunté arrodillándome para quedarme a su altura.
- No lo sé…
- Entonces deberás elegir, ¿Papá o mamá? – le dijo Castiel poniéndole el CD de Metal Goddess y el de Dark Dragons delante.
- ¿De verdad pensáis hacerle elegir? – preguntó Shana levantándose de la silla.
- Chi, ¿por qué no? – le respondí. Ella suspiró y puso la mano en su frente.
- Mamá… - murmuró Ren.
- ¿Si? – respondí ilusionada.
- Prefiero no decidir…
 
Aunque quién sabe, quizás escriba algún extra para terminar de satisfacerte.

sábado, 5 de octubre de 2013

Capitulo 53~

¡Hello, hello! Me he tardado que no veas con este capítulo, ya llega el final ; A ; Qué depresión. Un capítulo más después de este y adiós a todo. Si es que, definitivamente me lo he pasado muy bien escribiendo esto, a pesar de las fallas técnicas que no paro de tener continuamente. En fin, aquí tenéis este perturbador (?) ante-último episodio de Corazones unidos por la música.


Es en serio, estoy muy arrepentido y no tengo idea de cómo compensártelo.

- Mentira.

- ¿Uh? Cami, ¿has dicho algo? – preguntó Alexy con una libreta y bolígrafo en mano.

- No, solo recordaba algo que me había dicho el psicópata.

- No te fuerces mucho, Gata. Ya verás como todo sale bien. – sonrío abiertamente, como él solía hacer normalmente y me quedé más tranquila, a pesar de todo.

- ¿Eso no debería decírtelo yo? – le sonreí y se fue a organizar más cosas. Creo que al final esto de ir diciéndole a la gente lo que debe hacer en cada momento le estaba gustando.

- Nicol, ¿estás vigilando? ¡Si llega y no está no sé qué haré contigo! – le oí gritar mientras su azulado pelo se agitaba a la vez que pegaba voces.

Dejé a Alexy y su motivación, y fui a explorar un poco el escenario donde se veía todo el salón y la gente empezando a llegar.

Necesito que me perdones.

¿Por qué no podía sacarme sus palabras de la cabeza? Y más en este momento…

- Maldito Dylan.

Aparte el telón de mi cara, antes de que me viera alguien espiando, y volví a las entrañas del gran escenario. Qué suerte tenían los del club de teatro.

Rin y Sui estaban comprobando sus instrumentos en medio de aquel jaleo. Me quedé en una esquina, al lado de una pila de cajas, observando como todos se movían por el lugar como si estuvieran poseídos, haciendo arreglos de último minuto.

- ¡Esto es injusto!

- ¡NYAAA, POR EL JIGGLIPUFF SAGRADO! – grité al oír esa voz de repente y tan cerca de mí.

Armin soltó una carcajada al mismo tiempo que se acomodaba a mi lado.

- La poke-religión tiene muchas expresiones, ¿no te parece? Me cuesta recordarlas todas, haces mal tu papel de predicadora. – dijo él.

Me quedé unos segundos paralizada por el susto a pesar de los comentarios de Armin y luego pude reaccionar.

- Es que a mí se me da mejor inventarme las expresiones y adorar a Pikachu, nuestro señor. Por cierto, ¿qué es lo injusto que gritabas?

- Pues que Metal Goddess vayan hacía el éxito y que Dark Dragons tenga semejante guitarrista, si nos hubiéramos preparado mejor ahora podríamos tocar. Por eso no es justo, ganareis más fans con esto.

- Es que estaba todo pensado por esta cabecita – dije señalándome – Mato dos pájaros de un tiro.

- A veces llegas a ser tan malvada… - le observé suspirar y luego mirar hacia una dirección, en la que le cambio pareciendo enfadado.

- ¿Qué te pasa? – estiré el cuello para ver que le había hecho enfadar. Ni que le hubieran vendido un mal videojuego.

-  Alexy, mi adorado hermano, NO ME DEJA AYUDARLE. Dice que sólo estorbaré. – se cruzó de brazos y miraba hacia delante aparentemente ofendido.

- Venga Armincito, ya te dije lo que debías hacer – dije optando su misma posición. – Ya sabes cómo es tu hermano, se emociona demasiado. Por eso, tú, eres el elegido para controlar que no se pase de la raya y saque un látigo o algo con lo que amenazar a la gente para que se ponga en posición.

- Está bien… -dijo no muy convencido.

- OYE LENNY, ¿DÓNDE ESTAN TUS BAQUETAS? DATE PRISA QUE ESTAMOS A PUNTO DE COMENZAR. – se le oyó gritar a Alexy.

- ¿Ves? Ya estas fallando en tu trabajo y van a asesinar a tu novia en cualquier momento. – dije reprochándole.

- ¡Lenny! ¡Ya voy a rescatarte! – gritó Armin antes de salir disparado.

Me arreglé la ropa y miré la hora. Siete minutos más.

- ¡Cami! ¡El objetivo D. Rubio pa´l manicomio ha llegado! – dijo Mizuno mientras corría hacía mí. Los nombres en los planes eran muy importantes.

- Bien, ¿Nicol está en lo suyo? – pregunté olvidando lo tranquila que me había puesto sin saberlo.

- Sí, se fue corriendo nada más verlo.

- ¡Déjame, Dajan! ¡Terminaré con esto de una vez por todas! – gritó Poks.

- ¡Cíñete al plan o no te daré pasión esta noche! – le contesto él. Uy, pero que cosas dice!

- Poks, tu aléjate antes de que le mates. – dije, aunque no me hizo caso.

- ¡Que no! ¡Hay una escoba ahí mismo! Me servirá. – gritó ella.

- Tranquila Cami, yo me ocupo de Poks. – dijo Beato llevándosela junto a Dajan mientras la pelirroja se resistía.

- Aff… el instinto asesino pudo con ella. – murmuró Mizuno.

- Lo peor es que si la dejara podría cumplir su cometido – suspiré – Tiene conocimientos y fuerza suficientes para matar a un hombre adulto. – Se podría considerar la opción que quiere Poks, como último recurso, por si el plan no sale como esperamos.

Mizuno pareció asustarse por unos segundos y se fue lentamente hacia otra parte. Creo que no hablará mucho con Poks durante esta semana.

[Narra Nicolete]

Caminé entre la multitud que se estaba acumulando en la sala, hasta que llegue a Dylan. Estaba buscando con la mirada lo que supongo sería un buen sitio desde el cual ver la actuación o a Cami.

- Eh… Ah… - ¿qué le digo yo ahora? - ¡Hola!

Giró la cabeza rápidamente hacia mí y me observó con cuidado unos segundos. Tragué saliva fuertemente y el sonrío.

- Hola – contestó simplemente. Se me quedo mirando hasta que reaccioné. Estaba nerviosa de verdad.

- Sí, esto… yo… ¡Cami! Cami me pidió que te lleve a la primera fila, luego se llena más de gente y es imposible ver algo y como están a punto de empezar… - cara a cara se ve más… amable de lo que es. Supongo que con esa cara tan bonita habrá engañado a muchas chicas. Tengo que hacer esto bien, por Cami y Castiel. Qué peligro de chico.

- ¿Y tú eres...? - dijo él.

Sus ojos me sorprendieron, parecía que podía ver a través de lo que fuera.

- M-me llamo Nicolete, soy la segunda guitarrista de la banda.

Pareció dudar un momento y después habló.

- ¡Ya sé de qué me suenas entonces! Cami me ha hablado de ti, confío en que me llevaras al mejor sitio. – sonrío pacíficamente.

Me sorprendí ante su respuesta, no pensé que sería tan fácil y además improvisando. ¿Y si en verdad sabe lo que planeamos? No, no. Es imposible.

Iba detrás de mí mientras yo me abría paso a base de pisotones y un par de empujones. Esto tenía que salir bien fuera como fuera.

Y todo listo.

- Yo tengo que irme, toco en la segunda canción, así que, ¡espero verte animándonos!

- No lo dudes. Encantado de conocerte, Nicolete.

- I-Igualmente.

[…]

- ¡Te has puesto demasiado nerviosa! – me gritó Alexy pegándome con una revista.

- ¡Lo siento, lo siento! – grité intentando huir cubriéndome la cabeza.

[Narra Cami]

- Señorita Gato, ya están todos en sus puestos y no hemos visto a nadie sospechoso ni dentro, ni fuera del recinto. – avisó Alexy imitando la pose de un soldado.

- Perfecto, soldado Alexy. ¿Soldado Armin le ha vigilado? – le imité.

- Si, señorita. Qué plasta es. Ahora dejémonos de chorradas que hay un concierto que dar, ¡a mover el culo! – dijo él empujando a Lenny, Rin y Sui hacia el escenario.

- ¡No empujes tanto! Que tenemos piernas. – se quejó Rin mientras él seguía a lo suyo.

- ¡Dos minutos para salirr~! – grito Eli.

- ¡OK! Entonces todo ready. ¡Let’s start the show! – grité agitando los brazos. Todo muy británicamente.

- ¡¡YEAH!!

~.~

Oscuridad.

Las botas pesadas contra el suelo.

Los murmullos.

Los instrumentos.

Su respiración agitada.

Mi voz.

Cuando creías que todo estaba perdido.

Las armas, el fuego.

Nuestra lucha.

Sientes que no puedes más.

Las lágrimas.

Esos sexys calzoncillos que se dejó en mi casa a propósito.

Ese ornitorrinco invisible que lo sabe todo y que deseas matar antes de que cuente tu secreto.

Un helado de chocolate.

La naranja podrido al fondo de la nevera.

El aliento del perro, Demonio.

Un hipopótamo dorado.

Brócoli.

Y tú pensarás: ¿Qué puto sentido tiene lo que estás diciendo?

Pues ninguno.

Es solo relleno.

~.~
- Everyday I bicker with the city life
When midnight creeps I spinkle holy water on hints
I scrutinize people tread on city lies
and they don't even recognize it
I slip in between the cracks to hollow chase
A time race


Nicol había conseguido poner a Dylan en primera fila (empujando a todos, incluidos los fans, y eso que es una integrante del grupo). En fin, así podría tenerlo vigilado durante la actuación, por si pensaba hacer algo raro.

Los demás estaban esparcidos por la sala, para tener distintos ángulos desde los cuales vigilar todo.

En cuanto terminara la fiesta, y la gente se fuera, le emboscaríamos.

Y yo podría volver con Castiel.

Qué razón tan egoísta para meter a todos mis amigos en semejante problema.

¡Nosotros también queremos que vuelva! No lo haremos solo por ti. Además, mientras más seamos más posibilidades habrá de ganar.

Pero aun así…

- I'm riding on a blind unicorn
I'm riding on a blind unicorn
I'm going to throw up now


Solo puedo resignarme, son tan testarudos como yo.

[…]

El concierto siguió su curso y tocamos todas las canciones que habíamos planeado. Toda la práctica había dado sus frutos. La gente estaba tan emocionada que incluso pidieron un bis. En cuanto terminó, nuestra fan número uno se nos acercó a toda prisa.

- ¡KYAAA! ¡Habéis estado geniales!

- Lola, eres una fan tan genial y mona – dijo Eli con los ojos vidriosos agarrando sus manos.

- Me han fascinado las nuevas canciones, ¿las compone todas Nicol? – preguntó Lola.

- Muchas las ha compuesto Nicol, luego hay otras que vienen de Rin, otras de Sui… y Cami cuando se deprime escribe letras como si no hubiera un mañana. – dijo Eli emocionada.

Me sonrojé ante aquello. No escribía tanto.

- Aunque todas aportamos algo a las canciones, somos un grupo después de todo.

- ¡QUÉ VIVAN LAS METAL GODDESS! – gritó nuestra fan dando saltitos.

Lenny a mi lado suspiró y sonrío.

- Esto está lleno de gente loca. – murmuró.

- Por aquí nadie es muy ‘’normal’’. – le dijo Hatsu.

- ¡LA NORMALIDAD ESTA SOBREVALORADA! – gritó Sui.

- Cami, la gente ya se está empezando a ir y Dylan está viniendo hacía aquí. – me susurró Lysandro.

- Nya, entonces estate preparado, ya sabes lo que hacer.

- Kyun~ Hikari, cuando tocaste el violín al inicio de Frozen Rose se me estremeció el corazón, ¿desde hace cuánto lo tocas? – le oí decir a Lola.

- Desde los nueve años. – Hikari contestó tímidamente.

- ¡Lola! Tengo algo para ti – las interrumpí – es algo especial para super-fans como tú.

- ¿¡Enserio!? – su vestido negro de lacitos se revolvió ante su entusiasmo.

Metí la mano en el bolsillo derecho de mi chaqueta de cuero y saqué lo que tenía.

- Es un disco prototipo de nuestro primer álbum, es más o menos lo que queremos que sea, detrás tienes todas nuestras firmas, es algo original y a medida que aumente nuestra fama más valdrá. Así que guárdalo bien. – le guiñé un ojo y se lo entregué.

La cara que puso Lola en ese momento fue muy rara. No sabría decir si de verdad estaba emocionada o simplemente la había decepcionado.

- ¡KYAAAAAH! ESTO ES… ESTO ES…

- ¡ESPARTA! – gritó Armin.

Me tapé la boca con las manos para no estallar a carcajadas.

- ¡Armiiiin, no estropees tan bonito momento! – le riñó Eli.

Lola empezó a reírse y se le escaparon unas lágrimas.

Con eso, y después de saludar a todos, logré que se fuera satisfecha. Así tendríamos el campo libre para la batalla.

- Eso no es justo, ¡yo también quiero un original! – dijo Melannie con Misa y Mizuno detrás exigiendo un disco también.

Rodé los ojos y las entregué uno a cada una. Sí, soy una gata preparada.

- Ahora, los que os tenéis que ir, por favor, fuerita. – dije a todos los presentes señalando la salida. No quería que mis amigos corrieran algún peligro ya. Logre convencer a una gran mayoría para que se fueran a casa cuando llegara el momento. Solo se quedaban los más insistentes y los que su parte del plan empezaba ahora. Que eran: Lysandro, Leigh, Sui, Rin, Eli, Tor y Nathaniel. Poks aun insistía en quedarse, alegando que ella ya conocía a Dylan por nuestro anterior instituto. Pero Dake logró convencerla de irse a casa, por si lo mataba antes de tiempo.

Cuando todos estaban saliendo, él apareció.

- ¡El concierto a estado alucinante! – dijo nada más verme. Los que se quedaron se habían ido a ‘’hacer cosas’’ mientras rondaban por donde estábamos. Aunque podía ver a Sui cargando su guitarra, caminando por ahí, dando vueltas sin rumbo alguno.

- Para eso estuvimos practicando tanto. – dije satisfecha.

- Estaba claro. Por cierto, Nicolete me encontró muy buen lugar. Veía todo el escenario a la perfección.

Mirando por detrás de Dylan, Lysandro estaba tecleando en su teléfono móvil, es una suerte que no lo perdiera. Enseguida volví a mirar a Dylan por si se daba cuenta.

- Entonces hizo bien lo que le pedí, no quería que te perdieras nada. – Volví a Lysandro que me miró e hizo una señal. – Bueno Dylan, ¿estás preparado?

- ¿Preparado para q- ?

Antes de que pudiera terminar le pegue una patada en la pierna, cayo de cara al suelo, como esperaba. Entonces me eche encima y le apreté el brazo derecho contra la espalda. Oí un quejido por su parte.

- ¡Nathaniel! – grité para que me ayudará ya que estaba frente a mí. Nathaniel lo levantó y lo sujeto por los brazos, pegándolos a la espalda. Al parecer Dylan estaban un poco aturdido por la caída así que no costó retenerle.

- ¿Dónde aprendiste ese movimiento? – preguntó Nathaniel sorprendido.

- Es un secreto de estado. – le contesté. En realidad, Sanae me dio unas clases intensivas de auto-defensa después del primer intento de este tío. Se preocupó mucho aquella vez. Aunque después de hacerle el placaje que le hizo se quedó muy a gusto. Eso me hizo preocuparme a mí por ella.

Los demás le observaron, parecía que en cualquier momento alguien se abalanzaría contra él para comérselo con patatas.

- Sabía yo que tenía que haber comprado esas esposas del Sex Shop, nos hubieran servido ahora mismo. – dije recordando las plumas rosas de aquella cosa.

- Deberías haber traído un hacha directamente. – dijo Rin.

- No es momento para discutir esto ahora. – nos regañó Leigh.

- ¿Por qué me haces esto? ¿Es que no confiabas en mí? – dijo Dylan mirándome.

- ¿Hice bien mi papel de inocentona, maestra Elizabeth? – dije dirigiéndome a Eli.

- Has estado perfecta alumna mía. Ya puedes salir en telenovelas. – contestó ella rodeándome con el brazo por los hombros.

- Después de todo aquello… ¿cómo se te ocurrió pensar que me volvería a tragar todo lo que me decías? – me dirigí a Dylan. – Es imposible que alguna vez te pueda perdonar. Así que deja de mentir.

Una risa estridente inundó todo el lugar. Haciéndome estremecer de arriba a abajo. Dylan reía como si estuviera realmente loco, con la cabeza agachada. Como si ya lo hubiera perdido todo, hasta el punto en que su cordura se perdió.

- ¿Se ha vuelto loco del todo? – preguntó Tor algo asustada.

- Eso parece. – le contestó Sui.

- Es increíble cómo… me has engañado. No tenía ni idea de que fueras así. – dijo Dylan al parar de reír, seguía mirando al suelo.

Me acerqué a él y le apreté el cuello de la camisa.

- ¡Eso es porque nunca te fijaste en mí de verdad! Solo eres un pervertido. Uno de los malos.

- No puede ser que me lo estés diciendo en serio… - murmuró él.

- ¡Ya me has cansado! ¿¡Dónde tienes a Agatha!? Sé que chantajeaste a Castiel con ella. ¡Dime donde está! – le grité enfurecida.

- Cami, no deberías estar tan cerca de él. – dijo Nathaniel.

- Eso, deberías hacerle caso a tu amiguito. – dijo Dylan levantando la cabeza y mostrando una sonrisa macabra.

Lo siguiente que pasó me hizo darme cuenta de que en realidad no lo tenía todo tan controlado como creí, y eso me asustó.

Nathaniel recibió un puñetazo en la cara por parte de Dylan, este me empujo y salió corriendo. Caí de culo contra el suelo, como no, y al levantar la vista rápidamente note como Rin forcejeaba por salir de entre los brazos de nuestro rubito favorito. La tenia atada de manos contra él con una mano, y de la otra sostenía un cuchillo apuntando a su cuello.

- ¡Si me lo pides, podemos empezar de cero! ¿¡No lo pasaste bien en nuestras últimas citas!? ¡Puede irnos bien! – gritó completamente enloquecido.

- ¡Suéltala! ¿¡Por qué simplemente no te das por vencido!? – grité levantándome bruscamente.

- Deberías saberlo, yo aún te amo. – contestó él.

- ¡ESO ES MENTIRA!

- Tranquilízate Cami, llamaré a la policía, no tienes que forzarte más. – susurró Lysandro poniendo la mano sobre mi hombro.

- ¡Sí alguien llama a la policía, ella lo pasará mal!

Rin pataleaba para intentar escapar pero aun así no podía. Tengo que ayudarla como sea.

- Está bien, iré contigo… a cambio tienes que dejar a todos en paz. – dije apretando mis manos.

- ¡CAMI, NO PUEDES! – gritó Eli.

Intenté no mirarla, porque sé que si lo hubiera hecho, me habría puesto a llorar como un bebe ahí mismo.

- Mientras tú estés conmigo esta gente no importará. – dijo Dylan sonriendo. Fue separando el cuchillo de Rin lentamente y soltándola. Ella corrió rápidamente al lado de Sui.
Y yo solo avancé hasta él, intentando no desmoronarme.

- ¡Como si te fuera a dejar llevártela, cabrón! – una sombra negra empujó a Dylan contra el suelo, cuando se le cayó la capucha, pude saber quién era.

- ¡Castiel! – gritó Rin sorprendida.

Castiel sostenía la mano de Dylan en la que llevaba el cuchillo mientras este intentaba clavárselo. Llegue hasta ellos y le di una patada al cuchillo, pisando su mano a la vez.

- Ya llegabas tarde – dije al borde del llanto.

- Lo siento gata mía, el tráfico hoy estaba horrible. – bromeó Castiel, que acto seguido le dio un puñetazo a Dylan que le dejó K.O.

[Nota de la autora: En este momento me imagino a los lectores soltando un: ‘’¡POR FIN!’’, justo como yo lo he hecho al escribirlo. xD]

Todos suspiramos a la vez.

- Este ha sido el momento más tenso que he experimentado en toda mi vida. – dijo Leigh con la mano en la frente.

- Pues a mí me duele la cara. – dijo Nathaniel haciendo muecas.

- Lo siento, deberíamos haberle golpeado más fuerte antes. – le dije.

Castiel se levantó mirando con desprecio al loco. En cuanto me vio mirándole, sonrío más sexy que nunca. Entonces me tiré encima de él. Nunca había deseado tanto oler de nuevo el desodorante de alguien.

- ¿Entonces que Castiel viniera ya estaba planeado? – preguntó Tor.

- Exacto. Yo tenía que llamarle. – dijo Lysandro.

- Aish, eso se avisa con antelación. – refunfuñó Eli.

Al bajarme de Castiel después de besuquearle como nadie, se escuchó un fuerte estruendo en la entrada, y todos fuimos a ver. Eso no estaba planeado. Obviamente, dejando a Dylan bien atado en un rincón.

- ¿¡DÓNDE ESTÁ MI HERMANA!? – se oyó gritar a Sanae, con lo que parecía un montón de furia acumulada. - ¡SI ESE TIO LE HA VUELTO A TOCAR UN PELO YO- … ¡CAMII! – Sanae se me echo encima nada más verme aparecer y me estrujo entre sus brazos, apartándome de la mano de Castiel. Con lo bien que estaba.

- Sanae… ¿cómo te has enterado? – dije intentando respirar.

- Se lo advertí yo. – dijo una voz.

- ¿¡Amber!? – gritó Rin. – Demasiadas emociones por un día. Ya me vale.

Sanae se separó de mí y miro a Amber. Nathaniel se acercó a ella bastante preocupado, pero ella solo bajo la vista cuando le habló.

- Debería haberme alejado de él nada más verlo, lo siento, es todo mi culpa. – dijo ella al parecer muy arrepentida. Eso me sorprendió.

- Oh por favor, ¡no me diga lo que debo o no debo hacer! – se oyó en la entrada. Eran mi tía Agatha junto a un policía.

- Pero señora yo solo…

- ¡Señorita! – le gruñó Agatha al policía. - ¡Y será mejor que vaya ya a buscar a aquel chico!

- Sí, señorita. – el policía avanzo y nos miró algo avergonzado.

- El loco ese está atado por allá – le señaló Sui.

- Ah sí, gracias. – le dijo el poli mientras agachaba su gorra.

- ¡Tía Agatha! Me tenías muy preocupada. – dije abrazándola. Ella me devolvió el abrazo y me espachurró.

- Eso tendría que decirlo yo, jovencita.

~

- Después de eso la policía nos tomó declaración a todos. Tuvimos que contarles toda la historia, y luego se llevaron a Dylan esposado. Sanae no paró de regañarme cuando todo se calmó, y yo solo lloraba de alivio mientras ella me gritaba que había sido una irresponsable y que debería habérselo dicho a ella en vez de montar todo aquel teatro.

- Menuda historia tan dramática, ¿por qué no simplemente Castiel mataba a Dylan al principio y ya está? – se acomodó en el asiento elegantemente y tomo su taza de té.

- ¡Nya, que mi Castiel no es un asesino! – grité ofendida.

- Está bien, está bien. Lo entiendo. En fin, ¿qué pasó con Amber?

- Amber confesó que en un principio había estado de acuerdo con aliarse con Dylan, ella quería a Castiel y nada más a él. Después de que Castiel no se comportará como el príncipe azul que ella esperaba, comprendió que lo que estaba haciendo estaba mal y no quería que las cosas fueran así. Se arrepintió, tragó su orgullo y fue a contarle todo lo que sabía a Sanae, para ver si podía hacer algo para ayudarme y salvar a tía Agatha.- Vaya, menudo cambio. – dio un trago de su taza y me miró fijamente.

- ¡Nya, sí! También esa misma noche, Rin habló con Castiel y entonces él decidió que dejaría de ignorarla. Pero que tampoco sería un hermanastro decente para ella. A Rin le bastaba con que le hablara, así que quedó satisfecha. Tiempo después, los de la discografía que quería hacernos debutar, llamó para decir que en realidad no éramos lo que buscaban. Pero eso no nos deprimió, puesto que después muchas otras empezaron a fijarse en nosotras, gracias a que Lola se dedicó a grabar todas nuestras actuaciones y algunos ensayos, en los cuales había espiado para grabar…

- Esa chica tenia dotes de paparazzi. Ya me gustaría haber visto eso, lástima que nos criamos en sitios diferentes. ¿Qué más pasó luego?

Sonreí y me eché el pelo hacía atrás.

- Te lo contaré después de comerme el pastel que tenía guardado para hoy, mi querida Shana.


OMFG Cuanto misterio, ¿verdad? xD ok no. Durante el concierto mostré varios trozos de una canción nueva de Metal Goddess. Como siempre, es una canción de la leche ùwú Y para los que querais escucharla su nombre es Blind Unicorn de Olivia Lufkin. Sí, el título también es la leche. xD ¡OLIVIA ROCKS! *3*