domingo, 30 de junio de 2013

Adelanto del Capitulo 51~

Se que lo habéis esperado por mucho (nadie lo estaba esperando), así que aquí estoy. Con un triste adelanto. Al capítulo completo no le falta mucho, solo tengo que escribir rápido. ¡Y también habrá otras sorpresas! (Capítulos extra, más canciones de las bandas... e___e) Que espero que esperéis, al menos algunas, con mucha impaciencia. Pero que por favor, si lo hacéis, no me acoséis, al menos no demasiado.

Sin más rodeos, el adelanto~ **********************


-¡Cami, te voy a...! -dijo Dajan llegando detrás de mi. Miró a Castiel y luego a mí. Hice un amago de marcharme pero escuche la voz de Dajan:

-¿¡Es que no piensas decirle nada!? -se dirigía a Castiel. Este se sorprendió un poco ante el repentino cambio de actitud de Dajan, pero solo volvió a bajar la mirada, impotente.

-¡Dajan! -le regañe. La gente empezaba a mirarnos más que antes. Si no salíamos de ahí cuanto antes el pasillo empezaría a llenarse cotillas.

-Cami ha estado varios días intentando hacernos creer que está bien, que no le pasa nada, ¡cuando en realidad sí que le pasa! ¿¡Y tú te vas tan pancho con Amber!? -le gritó Dajan. Los colores se me subieron a la cabeza y sentí mis mejillas arder.

-¡DAJAN! -grité enfadada, al parecer demasiado fuerte. El pasillo quedó en completo silencio. Me acerqué a Dajan y dije en voz baja:

-D-dije que lo explicaría en la reunión -intente que nadie me oyera y miré por un segundo a Castiel inconscientemente. Por un momento pensé que se le ocurriría tirarse por un puente, ninguno de los dos aguantaba la situación. No supe donde más mirar y agache la cabeza. Cogí la manga de la chaqueta de Dajan, que seguía estupefacto por mi grito, y lo arrastre hacia el hueco de las escaleras, fuera de las miradas de los alumnos.

-L-lo siento -dijo Dajan apenado. Le miré aún con la cara roja, pero esta vez, de la vergüenza por haber gritado así, hacía mucho que no me enfadaba tanto. La última vez fue cuando Sanae me desenchufo el ordenador mientras veía anime, este se apagó de inmediato y estaba en la mejor parte. Sanae nunca se volvió a acercar a un enchufe por el que yo rondara.

miércoles, 26 de junio de 2013

Aviso + Eldarya (mi próxima obsesión)

Primero el aviso. Que se que voy muy retrasada con los capítulos y que perdón. Lo siento. Os hago esperar demasiado. Matádme, igual soy inmortal! Así que podéis desahogaros matándome que igual sobreviviré. Para compensar un poco, mañana pondré un adelanto del capitulo 51, y también tengo unas cuantas cosas extras que fueron las causantes de mi retraso con el capitulo. Así que en realidad la culpa es vuestra xD ok no~
Otra cosa más, es que en cuanto pueda pondré imágenes de los personajes y demás. También las canciones de las Metal Goddess y Monochorme Canon, que dejara de ser Monochorme Canon para pasar a ser Dark Dragons, porque el nombre se me ocurrió y molaba más xD Así que en el fanfict, el grupo de los chicos aparecerá como Dark Dragons.

Lo siguiente es Eldarya, Eldarya es un juego que van a sacar los de Beemov, algunos ya lo conoceréis y otros no. Los personajes también los ha creado ChiNoMiko. Es bastante alucinante y ya tengo ganas de jugarlo xD
La cosa es, que cuando el ultimo huevo de familiar se habrá(cuando llegue a los 25000 likes la pagina del juego) es cuando se dice que empezara.
Aquí esta la página: http://eldarya.com/
Solo darle a like y nadie saldrá herido >:c (DALALAI) (LIQUE X FA?) (LAIK PLS) xD En fin~
Como se que queréis saber más, o que simplemente no entendéis un pimiento de francés, os dejo la pagina que tiene mas información sobre el juego, para que empecéis a orgasmear desde ya: http://cdmrespuestas.blogspot.com.es/2013/06/eldarya.html






jueves, 20 de junio de 2013

Capitulo 8~


Hoy era el cuarto día desde mi llegada, y ya se empezaba a notar la revolución. Hoy íbamos a hacer el casting, tengo que tener fe en Pikachu para que todo salga como lo planeamos. Soy demasiado patosa para que me salga bien, pero voy a poner toda mi fuerza de voluntad en ello. Me puse un vestido color lila, con mis botas militares negras, con unos calcetines del mismo color y mi chaqueta de cuero. Me arreglé como hacia siempre y bajé las escaleras. Ayer, al llegar a casa después de estar con las chicas, mi hermana casi me mata haciéndome un interrogatorio de todo lo que había hecho en el día. No sé cómo lo hace pero siempre acaba enterándose de que pasó algo. Después de dos horas de intentos para que le dijera lo que pasaba le tuve que contar todo lo sucedido, y a ella lo que le interesaba era lo que paso en la enfermería. Creo que tiene un radar para cosas pervertidas, no me extrañaría nada viniendo de ella.
-Cami, toma una tostada -me dijo mi hermana sacándome de mis pensamientos.
-Quizá tengas un radar de perversiones -dije repentinamente.
-Puede que si -dijo ella, riendo- como dices que soy tan pervertida me ha crecido un sexto sentido que tiene el poder de notar las perversiones a distancia.
Empecé a reírme, si eso fuera en verdad cierto, no quiero ni imaginarme cuando haga eso por primera vez…
-Sinceramente, hermanita -empezó a decir Sanae- prefiero que tengas de novio a Lysandro, Castiel nunca me cayó bien, es un memo.
-Si te oyera… pero no voy a salir con Lysandro él es… como mi hermano mayor.
Sanae puso una cara de espanto y dijo:
-Me has remplazado. ¡TRAIDORA!
-Mi hermano mayor hombre, entiendes, hooombre.
-Ah, vale, ya pensaba yo que me ibas a abandonar…
-Que tonta estas Sanae, no te voy a abandonar nunca(al menos no por ahora) -y le di un achuchón de hermanas.
-¡Aish! Que hermanita más mona tengo.
Hablamos hasta que nos terminamos el desayuno y ella se fue a preparar para el trabajo y yo fui a mi habitación a coger mi mochila e irme. Salude a Sanae y salí de casa. Lysandro estaba esperando detrás de la verja que separaba mi casa de la calle. Le sonreí y me dirigí hacia él.
-Buenos días -dijo elegantemente.
-¡Buenos días! Hoy por lo menos no te has tenido que encontrarte con Sanae, se ha puesto celosa de ti porque le he dicho que eras como mi hermano mayor -sonreí sin darme cuenta de lo tonta que había sido la situación.
-¿Tu hermano mayor? -se quedó unos segundos pensativo y al darse cuenta de que lo observaba pareció recordar algo- ¿Ha pasado algo de lo que deba enterarme? -preguntó inquisitivo.
-¿¡Tú también tienes un radar para las perversiones!? -grité asustada. ¿Cómo se había enterado él también? Entre Lys y mi hermana me tenían acorralada.
-Deberías explicarme que es exactamente ese radar. -esbozó una sonrisa- Lo decía por Castiel, me comentó que había estado contigo, pero no mucho más... No me dirigió la palabra el resto del día.
Otra vez al recordar el momento con Castiel a centímetros de mí, me puse más roja que el color de bote del pelo del chico en cuestión.
-N-No ha… pasado n-nada- dije como pude, estaba muy nerviosa, no me gustaba que la gente se enterase de todo lo que me pasaba.
-No te obligare a contármelo, pero... ¿No me has declarado tu hermano mayor? -dijo él poniendo cara de pena.
-Está bien…- no podía negarle nada a Lys, es demasiado bueno como para negarle nada.
Le conté todo lo que había pasado ayer con Castiel mientras andábamos hacia el instituto. Que me estaba enamorando de él y que me di cuenta después de pasarme horas sin poder dormir. Sé que pronto voy a tener que contárselo a las chicas porque no podré ocultarlo mucho más, ayer me sonroje delante de Eli cuando me pidió explicaciones, que boba que soy.
-Me alegro por ti -dijo Lys parándose en la calle para acto seguido darme un abrazo.
-¡AAH! Lys, que me aplastas -protesté, a lo que él paro de abrazarme.
-Lo siento… -iba a seguir disculpándose pero le interrumpí.
-No he dicho que no me gustara que me aplastes -dije volviendo al abrazo.
Seguimos andando hacia el Sweet Amoris como siempre y al llegar había más alboroto de lo normal. ¿Sera por el casting? Entramos al edificio del instituto y si, era por el casting. Los alumnos se estaban agitando leyendo los carteles, de verdad que llamaban la atención. Se oía hablar a algunas personas sobre quien se iba a apuntar o algunos simplemente decían que era alguna broma.
-Te vas a hacer famosa -dijo Lys.
Vi pasar a Amber por mi lado y sin que nadie lo notara me dejo una nota en la mano derecha justo cuando pasó. Me gire con cara de: ‘’ ¿y a esta que le pasa?’’ y abrí la nota para ver que ponía.
"Ya deja de hacerte la famosita con tus carteles y preocúpate de que no te pase nada, porque Castiel no va a estar protegiéndote siempre.
 Aquí la que manda en el instituto soy yo, así que no te metas en mis asuntos."
Me sorprendí por la nota, pero pronto se me escapo una risita. ¿Pero quién se cree que es para escribir esto? Bueno, estaba claro lo que se creía. Lysandro al ver mi cara entre espanto y diversión dejo de lado su sutileza y me cogió la nota de la mano, puso la vista sobre ella y observe si su cara producía algún cambio además de esa calma que siempre dejaba ver, no se cómo iba a reaccionar ante esto.
Cuando termino de leer la nota me cogió de la mano y fuimos donde estaba la rubia guardando sus libros, seguramente llenos de polvo a causa de su poco estudio.
-Que sepas que esto lo hago por tu bien. -dijo el albino en un susurro.
-¿Qué? -dijo yo como una idiota.
-Amber, esto me parece demasiado. -dijo elevando su mano con la nota para que ella pudiera verla. -¿Qué te ha hecho Cami para que la trates así?
Amber se quedó muda, no supo cómo reaccionar ante la tranquilidad de Lysandro. No la estaba obligando a nada ni tampoco montaba un escándalo, el simplemente se defendió con las palabras. Nunca lo había visto reaccionar así, tan de golpe. Él no se metía en asuntos que no le incumbían, sé que ayudaba en algunos casos, pero esto...
-Yo… ella… ¡ella me estorbo cuando estaba haciendo  mis cosas! -contesto la rubia.
-Estabas acosando a Mizuno, Amber. ¿A ti eso te parece normal? -le dije molesta. ¿Sus cosas? Sus cosas los cojines.
-Dudo que Castiel no te lo haya dicho ya, aunque te lo voy a repetir: No la vuelvas a molestar. -Lysandro dijo eso con tanta seriedad y firmeza que me estremecí hasta yo.
Amber se fue sin decir nada, indignada, y Lysandro se giró hacia mí para dirigirnos a clase. Al final siempre acababan sacándome de líos, pero me alegro de que se preocupen por mí.
-Gracias -le dije dándole un abrazo.
-Desde que llegaste que estaba así, esto es lo menos que puedo hacer por ti. Me alegra que estés de vuelta. -dijo sonriendo.
Como aún faltaba para que sonara el timbre de clases nos quedamos un rato charlando cerca de su taquilla. Vimos a Lenny que venía hacia nosotros sonriendo de oreja a oreja.
-Vaya la que has montado, están todos escandalizados, hace mucho que por aquí no pasa nada así -me dijo.
-¿Enserio? Yo pensé que en este instituto habrían pasado más cosas como… una  invasión de alienígenas y por eso dejaron a Amber así de tonta -dije.
-En otra situación me opondría a lo que acabas de comentar pero, hoy te lo acepto. -me dijo Lysandro guiñándome un ojo.
-No querida, Amber ya estaba así desde hace mucho tiempo -dijo Lenny haciéndose la intelectual.
Sonó el timbre, podrían dejarme más rato ¿no? Encima tengo química. Que quejica me estoy volviendo, se me habrá pegado de Castiel.
Me fui a clase con Lenny ya que Lys tenía otra, más líos de clases, vinieron Beato, Hikari y… Castiel, ¿Por qué tenía que pasar eso? Entramos a clase y Castiel pareció evitarme de todas las formas posibles, tenía que hablar con él, pero yo tampoco sabía que decirle… Mis pensamientos quedaron de lado al oír al profesor decir la palabra ‘’trabajo’’.
-Tendréis que hacerlo por parejas, las cuales escogeré yo para que no haya problemas. -dijo el profesor y siguió hablando sobre el trabajo. Cuando acabó empezó a decir las parejas con las cuales tendríamos que hacer el trabajo… Al oír con quien me tocaba parecía que el destino quería que me muriese ¿A que no sabéis con quién? Es pelirrojo, pero no natural, me dijo que le gusto, pero no sé si fue verdad… Miré a Castiel de reojo para ver como se lo había tomado y se quedó de piedra, creo que el trabajo va a ser un poco difícil.
Las clases avanzaron, no pude prestar atención, no sabía ni en que asignatura estábamos ahora. No dejaba de pensar en que podría decirle a Castiel… ‘’¡Hola! ¿Qué tal? A mí también me gustas ¿Quieres que nos casemos?’’ Por Pikachu, me estoy volviendo loca, ¿qué voy a hacer?
En la hora del almuerzo estuve completamente distraída, Lys me miraba con preocupación, las chicas me preguntaban cada cinco minutos que me pasaba y Jade y Armin me decían que sea lo que sea me iban a apoyar. ¡Ni que estuviera embarazada! Castiel por su lado se limitaba a mirar hacia cualquier sitio donde yo no estuviera…
-¡Chicos, que no he matado a nadie! ¡Solo estoy pensando en mis cosas! -dije agobiada.
Ellos no me hicieron caso y siguieron molestando a su bola. Otra vez sonó el timbre, esta vez le estuve agradecida ya no aguantaba más con esta gente mal de la cabeza. Intente prestar atención a las clases pero fue una misión imposible. Castiel era lo único que se me pasaba por la cabeza. ¿Cómo era posible que estuviera así?
Cuando acabaron las clases decidí solo centrarme en una cosa: ¡El casting! Ahora sí que al menos por un rato me olvidaría de él.

viernes, 7 de junio de 2013

Capitulo 50~

[Narra Cami]

-¿Qué hago? -dije- Se supone que no debería haber encontrado tal evidencia tan rápido. En la serie tardan más, incluso hasta el final no se sabe nada. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Llamar a la pasma? No, la otra vez no funciono... Teniendo en cuenta que ya se escapo varias veces... ¡Ya sabía yo que esos maderos no servían para nada! Mejores son los de Cops. Al menos esos son mas entretenidos.

Iba de camino a casa después del instituto. Como el día anterior había estado espi... registrando la casa de Castiel y había descubierto información importante, ahora pensaba que hacer con ella.

-Bad boys, bad boys
Whatcha gonna do, whatcha gonna do
When they come for you
-cantaba por la calle para distraerme. Qué buena canción. Aunque si las Metal Goddess intentáramos tocarla creo que no nos quedaría tan bien.

No había visto a Castiel en toda la mañana, creo que se salto algunas, varias... muchas clases hoy. Y en el grupo estaban mosqueados con el por "abandonarnos".

-Tendría que contárselo a todos... estoy siendo demasiado egoísta y ellos tienen derecho a saberlo -dije pensando en voz alta. Debería callarme, alguien podría oír-

-Tienes varias cosas que explicar, ¿no? -dijo una voz detrás de mí. Me recorrió un escalofrío por la espalda y me gire al borde del ataque de pánico.

-¿Cuánto has oído? -le pregunte a Lenny.

-Todo. Llevo todo el camino, desde que salimos del instituto, siguiéndote. Si fuera un asesino en serie, ya estarías muerta, por despistada. -me respondió- Y deberías dejar de hablar sola.

-¡Solo pensaba en voz alta! -o eso es lo que quería creer. Lenny rodó los ojos y se cruzo de brazos.

-Armin me contó algunas cosas ayer por la noche, podrías habérmelo pedido a mí.

-Lo sé y lo siento, pero si Castiel se ponía violento Armin encajaría mejor los golpes, luego arde en la pupa y no es cómodo.

-¿¡Pensabas usar a mi novio de escudo!?

-No, no -solté una risita por su cara- En realidad, Armin me lo propuso. Si no fuera por él no hubiera descubierto varias cosas sobre lo que está pasando. Tienes un novio muy listo, se lo olía antes de que ocurriera. Pensaba decíroslo a todos...

Lenny suspiró.

-Lo sé, Cami, lo sé. -pareció aliviada de repente.

-¿Te lo habías estado guardando toda la mañana? -le pregunté sorprendida.

-Sí, quería soltártelo por sorpresa -dijo moviendo las manos como un villano de película.- Alexy ya lo sabe también.

-Maldito Gamer bocaza -levante el puño ofendida- ¡Me vengaré!

-Si lo haces, te mato. -dijo ella agarrándome con el brazo por el cuello.

-No haré nada, ¡lo juro por Pikachu!

-Eso está bien -dijo Lenny soltándome.

Puse cara de penita y el estomago de mi amiga rugió como un oso.

-Jojo. Así que tienes hambre. -sonreí con malicia. Lenny se sonrojo intentando acallar su hambre- ¿Vienes a comer a mi casa? Y de paso me enseñas a hacer esas cosas que le preparas a Armin.

-Está bien, pero solo porque tengo hambre, que aun estoy mosqueada contigo por no contarme las cosas -dijo ella empezando a andar.

-A mi no me engañas, ¡se que vienes porque soy monísima! -le dije siguiéndola. Me acomode mejor la mochila en los hombros haciendo sonar todos mis pins y chapas de grupos de música, unicornios y demás que llevaba.

-Me has pillado. ¿Cómo te has dado cuenta? -actuó ella.

-Porque soy una genia y todos me adoran.

-¡Oh, no! ¡Estas empezando a hablar como Amber! -se burlo.

-Eso sería una enfermedad muy grave -dije poniéndome seria.

-Sí, y si no pudiéramos dar con la cura tendríamos que buscar a otra cantante para las Metal Goddess, sería un problema.

-¡Solo me queréis porque canto como una Diosa de verdad! -me horrorice y lloriquee un poco.

-Deberías entrar al club de teatro. -rió.

-¿Tú crees? Nya, pero prefiero la música.

-Igual, no hay tiempo para teatro, para eso ya está la vida. Tenemos que concentrarnos en ganar la apuesta aun... Ya que me metiste en esto, ¡tendremos que ganar!

-¡Guerra de bandas, guerra de bandas! -coree a pleno pulmón en mitad de la calle.

-Para eso habrá que volver a conquistar a la directora con nuestra música.

-O cobrar entradas para vernos tocar y darle el dinero para fondos del instituto, o alguna droga para adultos con perros molestos.

-¡Buena idea! Con eso en mente seguro que nos dejara, a fin de cuentas, es una vieja muy tacaña y avariciosa -dijo Lenny.

[Narra Eli]

Si bien Castiel no quería contarnos lo que le pasaba y el porqué de todo, estábamos obligados, como amigos y compañeros de vida suyos, a torturarle hasta que hablara.

-Deberías intentar volver a hablar con él. -le dije a Lysandro.

Lys se veía preocupado mientras preparaba té para los dos. Seguramente pensaría en Castiel. El albino intento hablar con el por todos los medios que disponía, pero Castiel se había limitado a rechazar a su mejor amigo.

-Ayer, en el ensayo, apenas pude sacarle unas palabras y solo fueron sobre ajustes en las melodías y cambios en las letras. -dijo mientras echaba té en una de las tazas. -Fue extrañamente incomodo.

-Esta situación es extrañamente incomoda, es decir, ¿Castiel con Amber? ¿¡En qué mundo se ha visto eso!? -dije intentando comprenderlo. -Es como si dijera que no hay helado de chocolate en mi refrigerador, es algo imposible, porque sé que está aquí, -abrí el refrigerador, pero ni rastro del helado- ¡Mi helado! ¡No puede ser!

Cerré el refrigerador y me tape los ojos con las manos.

-Esto no puede estar pasando. -me dije- Mi heladito...

Sentí unos brazos que me rodeaban la cintura y luego una respiración en la oreja.

-Compraremos mas. -me susurro Lysandro.

Me destape los ojos y me gire para verle. Estaba sonriendo.

-Ya verás como todo acaba solucionándose -dije refiriéndome a Castiel de nuevo. Acerco su cara a la mía y me beso suavemente.

-Eso espero -dijo- Cambiando de tema, mi madre, quiere conocerte...

-¿Enserio? -dije emocionada pasando mis brazos sobre sus hombros.

-Lo que dijo exactamente fue que quería conocer a la señorita que hacia feliz... a su niño, y que te invitara a cenar formalmente. -dijo él.

-Puedo ir, ¿no?

-Por supuesto que sí, solo quería saber si estabas de acuerdo.

-¡Claro que estoy de acuerdo! ¿Cuándo será? -le bese y él me siguió el beso. Estaba emocionadísima, los padres de Lysandro... Ya me pensaba que los estaba escondiendo en algún sitio para que no los viera.

-Mi padre fue de viaje de negocios un par de semanas, mi madre lo siguió, así que, cuando vuelvan... -dijo cuando pudo hablar.

-¡Genial! ¿Crees que les gustare?

-Eres la persona con la que he decidido estar, si no les gusta no me importara lo más mínimo -Lysandro empezó a caminar lentamente conmigo hacia el salón.

-Yo quiero gustarles -le dije. Me deje caer en el sofá y él se puso encima mío.

-Y lo harás. -dijo con una sonrisa, antes de darme otro beso. Lysandro ya se veía como siempre, después de estos últimos días tan malos.

-Te quiero -susurre.

-Yo más -aseguro él. Deslice mis manos por su chaqueta y se la quite como pude.

-¿Seguro? Mi amor es más grande que el de tres mundos -reí.

Me quito la camiseta y empezó a darme pequeños besos por todo el cuello.

-El mío más grande que cuatro -contesto él con una sonrisa maliciosa.

-No puede ser -llegue a sus pantalones y desabroche un botón detrás de otro.

El se carcajeo un poco y siguió a lo suyo, acariciando y besando cada parte que iba desnudando de mi cuerpo.

[Narra Midorik]

-Enserio Misa, cuéntamelo -insistió Hatsu por cuarta vez. Puedes confiar en mí, lo sabes, ¿no?

-Tu cafetería está llena de modernos últimamente -dije mirando a mi alrededor- Con esos teléfonos de última generación, sus gorros de pitufo y esas gafas pasta -di un sorbo a mi café y la mire. Llevaba su delantal de camarera. Guardo su libreta donde apuntaba los pedidos de las mesas y se sentó a mi lado.

-No me cambies de tema. Estoy preocupada por ti. -me dijo cogiéndome de las manos.

-Te lo agradezco mucho Hatsu, pero ahora no...

-Hatsu el jefe esta aquí, será mejor que te pongas a trabajar. -dijo Moi sosteniendo una bandeja con bebidas energéticas. Le agradecí mentalmente el que nos interrumpiera, no estaba de humor para hablar.

-Está bien. Misa, discúlpame. -ella se levanto de la silla y fue enseguida a atender un par de mesas. A mi alrededor parejas de modernos hacían manitas debajo de las mesas como si estuvieran solos en el local, que indecente. Veía como las orejas de gato de mi amiga se movían de un lado hacia otro del lugar. Revolví mi café por última vez y bebí el último trago. Deje el dinero con algo de propina incluida sobre la mesa y me levante.

Hatsu estaba demasiado ocupada atendiendo a unas señoras amargadas, así que decidí que la llamaría luego para darle las gracias por preocuparse por mí, sintiendo un poco de pena por ella al tener que lidiar con toda esa gente.

Al salir de la cafetería un escalofrío me recorrió el cuerpo entero del frío que reinaba en la calle. Saque unos guantes del bolsillo de mi abrigo y me los puse.

Supongo que tendré que esperar a que se calme el ahora.

Había hecho mal en ir a hablar con ellos yo sola... Jade y yo... y pensar que de verdad estábamos prometidos, encima involuntariamente. Creo que él estaba más preocupado por la idea de casarnos que por que fuera sola a comprobarlo. Nuestros padres... no sé como creí que alejándome de los míos se iban a reducir mis problemas tan fácilmente.

~Flashback de Misa~

-¡Te casaras con él y punto! -grito mi madre.

-Cariño, compréndenos, si te casas con ese muchacho, la unión de nuestras empresas seria definitiva. Ellos están de acuerdo con vuestra unión. -dijo mi padre.

-¿Me-me estás hablando en serio? Nos casáis por... ¿dinero y mas negocios? Jade y yo no estamos de acuerdo. ¡Es mi amigo! -estaba más irritada que nunca con ellos.

-Pero podría llegar a ser algo más que eso -insinuó mi madre. Mi cara se puso roja y me irrite aun mas, si era posible.

-Todo esto lo hacemos por ti, Midorik, para que puedas vivir bien, con alguien bueno. -dijo mi padre en un absoluto fallido intento de calmarme.

-¡Por Dios, que viva sola no significa que viva insufriblemente, estoy perfecta! Esto solo lo hacéis por vosotros. Egoístas. -di media vuelta y me pare enfrente de la enorme puerta de la mansión en la que una vez viví, al menos por poco tiempo. Catherine, una ama de llaves, abrió la puerta y me marche de allí. Deseando que esa fuera la última vez que pisara esas propiedades.

~Fin del Flashback~

El sol estaba poniéndose cuando por fin llegue al portal del edificio donde se encontraba el piso donde vivía. Rebusque en mi bolso las llaves y al encontrarlas las saque.

-Misa -dijo una voz. Una cabellera verde se asomo por el portal- Creo que tenemos que hablar -murmuro Jade.

-Estoy de acuerdo -respondí.

 [Narra Nicolete]

-Todo esto es muy raro, toda la semana fue rara, ¿y ahora queréis montar mas conciertos? -dije al teléfono. Me senté en el tocador de mi cuarto y empecé a cepillarme el pelo mojado.

-Es solo uno, al menos por ahora. Ya lo habíamos hablado. La cosa es que ahora Cami tiene algo planeado que hacer, es sobre lo que le pasa a Castiel -dijo Lenny al otro lado del teléfono.

-¿Sobre Castiel?

-Es complicado, mañana a la hora del ensayo, no reuniremos todos en el aula de música, hasta los chicos, excepto Castiel. Es importante.

 -E-entendido -dije un poco nerviosa. El cepillo se me quedo enredado en el pelo- ¿Es muy grave lo que pasa?

-Sí, desgraciadamente. Ahora tengo que colgar, y procura no ir propagándolo por ahí mañana.

-S-si.

Ella colgó y deje mi teléfono en la mesa. Esto me estaba empezando a dar miedo.

De repente la puerta de mi habitación se abre y mi madre entra sin ningún tipo de piedad o remordimiento.

-Hace una hora que estoy llamándote para que vengas a co... ¿¡Que te ha pasado en el pelo!? -se alarmo al verme.

-Mama...

-Venga, yo te lo arreglo -dijo poniendo un taburete detrás de mí y sentándose en el. Hizo que girara la cabeza hacia el espejo del tocador y quito el cepillo de mi cabeza como pudo.

-Creo que te ha crecido el pelo -murmuro ella peinándome.

-Cuando ibas al instituto... ¿La gente se volvía loca? -le pregunte inocentemente.

-Probablemente. No recuerdo mucho de esa época. ¿Por qué? ¿Ha pasado algo?

-Más o menos... Una abducción y varias cabezas delirantes -explique.

-Lo típico -me dijo ella sonriendo y terminando con el ultimo nudo de mi pelo.

[Narra Dajan]

-¿A la hora del ensayo? -dijo Poks al teléfono- Vale, si, se lo diré ¡Que si! ¡Estoy cuidando bien a Inocencio! Si, y a Escupiticio también. A todos, si. Adiós. -colgó el teléfono y lo tiro por ahí.

-¿Quien era? -le pregunte curioso.

-Mi amante de Noruega, que se siente solo -me dijo acercándose a mi entre las sabanas de su cama. Aun se notaba un poco de sudor en su cuerpo desnudo, por cosas que habíamos estado haciendo minutos antes.

-Que se busque a otra, esta pelirroja es mía -dije abrazándome a ella.

-Bien dicho, que machote -sonrió- Era Cami, quiere que nos reunamos mañana a la hora del ensayo de las Metal Goddess, Castiel no debe enterarse, dijo que es algo sobre el que nos tiene que contar.

-¿Crees que quiera montar algún plan para matarlo?

-No, puede que solo quiera enterrarlo vivo un rato-

-¡Eh, Poks! -grito Dake abriendo la puerta brutalmente.

-¡¡AH!! ¿¡Pero qué coño haces!? ¡Llama antes de entrar! -dijo Poks escandalizada tapándose mientras intentaba taparse todo el cuerpo con las sabanas- ¡Y ponte camisetas! Estoy harta de verte semi-desnudo por la casa.

-Dajan ¿Qué tal, tío? No sabía que estabas aquí -se acerco y chocamos los puños.

-Ya ves -le dije.

-Lenny me ha llamado diciendo que mañana hay una reunión de villanos.

-Ya, ya lo sabemos, Cami me lo ha dicho. Ahora largo, bicho feo -le dijo Poks. Acto seguido le tiro una almohada.

-Dake, vuelve a la cama. -se escucho una voz desde otra habitación.

-¿Esta Eris aquí de nuevo? -pregunto Poks sentándose bien.- Quiero el tatuaje que me prometió.

-Sí, nos lo pasamos bien -dijo el ignorando el comentario de Poks luego.

-Deberías pedirle salir -le sugerí.

-¿Y quedarme con una sola de mis gatitas? No lo creo. -salió del cuarto.

-¡Pero al menos cierra la puerta! -le grito mi amada. -Y antes se quejaba de que estaba sin pareja, normal.

[Narra Sui]

Su pelo negro se balanceaba mientras revisaba que no faltara ninguna prenda en la tienda, su expresión concentrada medio perdida en el infinito era tan sexy...

 -Debería poner cámaras de seguridad -dijo él.

-¿Te han robado algo? -pregunte preocupada.

-No, pero no creo que tarden. si no fuera por una cliente, ayer me hubieran robado uno de los vestidos caros.

-¿¡Enserio!? -dije aterrada- Yo creía que aquí...

-En cualquier lugar hay ladrones, querida Sui -dijo Leigh mirándome.

-Hay que proteger estos vestidos de las garras del mal. por cierto, ¿Harás nuestro vestuario para el concierto? Como la otra vez.

-Supongo que sí. La pase bastante bien diseñándolos. Me encantaría volver a hacerlo -cogió un conjunto y se lo empezó a colocar al maniquí del escaparate.

-¿De verdad? -dije ilusionada- Te dije cuanto me gusto el vestido, te lo dije, ¿verdad?

-Unas cien veces, mínimo.

Me acerque donde él estaba y le ayude a abrocharle la falda al maniquí, negra, de cierre plateado y con un bordado... orgásmico. Qué envidia me daba Graciela (el maniquí), su único trabajo es ponerse la fantástica ropa que hace Leigh.

-No la mires así, la última vez que paso le quitaron la ropa -dijo Leigh dejando a Graciela tranquila con su ropa bien puesta.

-¿Qué? No la mire tan raro, ¿o sí? -dije confundida- ¿Que le paso? -El suspiro y puso una mano en el hombro de Graciela.

-Cuando estaba empezando con la tienda, hace unos años. Cami tenía mucho tiempo libre. Iba y venía para ver lo que hacía, si diseñaba algo o para pedirme que la pusiera a hacer algo. En fin, la primera vez que le puse uno de mis vestidos a este maniquí, la gata puso tu misma cara y rato después el maniquí estaba desnudo. Encontré a Cami en los probadores intentando abrochárselo.

-Aterrador -pensé en voz alta.

-Ella pronuncio estas palabras: "A Graciela, no le importo". Esa fue la primera vez que la llamaron Graciela y le violaron la ropa.

-Aun más aterrador. Cami la bautiza y después le quita la virginidad. Simplemente aterrador.

-Sí, ahora que sabes sobre la terrible realidad, ¿Qué te parece si te invito a cenar? -dijo tendiéndome la mano elegantemente.

-Me encantaría.

[Narra Cami]

Lenny se había marchado hace rato, después de llamar a todos para nuestra reunión. Esperaba que saliera todo bien aquello, a pesar de que pareciera que estaba siendo imprudente...

El vapor del baño no me dejaba ver mucho y tanteando encontré el champú. Me eche un poco sobre las manos y me enjabone el pelo.

-Nya, que gustazo... -murmure revolviéndome todo el pelo.

-Cami, deja de hablar sola y date prisa -dijo Sanae desde el otro lado de la puerta- Además, ¿no se supone que a los gatos no les gustan los baños?

-Mi pelaje tiene que quedar muy sedoso y yo no soy una gata cualquiera... Ku, ku, ku. Soy la condesa Camila Shinzo, de las más alta nobleza del mundo gatuno, no me compares con cualquier plebeyo mal de la cabeza. Deberías alabarme. -con las manos llenas de jabón empecé a hacer burbujas tontamente.

-Te alabare cuando estudies y dejes de perder tanto tiempo en la bañera. -dijo ella.

-Sanawe, trowta -dije metiendo mitad de mi cabeza bajo el agua.

-Lo he oído -dijo ella dando golpecitos en el suelo con sus zapatos- Tienes cinco minutos más.

-¿¡Solo cinco!?

Sanae no contesto, se había ido despiadadamente. Al final, salí de la bañera resignada y me enrolle con una toalla.

Cerré la puerta de mi cuarto detrás de mí y las persianas, hay mucho pervertido por ahí últimamente. Nunca sabes cuándo puedes aparecer en alguna pagina porno para pedófilos.

Mi teléfono sonó de repente mientras me ponía mis braguitas de gatitos. Pensé en Castiel, que siempre molestaba a estas horas metiéndose en mi cuarto cuando aun iba desnuda después de una ducha.

-Al habla la condesa Camila Shinzo del mundo gatuno, dígame -atendí.

-Cami, no es momento de bromas. He oído algo... algo importante que tienes que saber -dijo Rin al otro lado del teléfono. Parecía tan nerviosa al hablar que podía imaginarme sus manos temblar aun sin verla.

-¿Qu-que has visto?

-Veras, iba a casa de Castiel para reclamarle unas cuantas cosas pero al llegar, el estaba ahí, en la calle, con... Dylan.

Fruncí el ceno y me senté bruscamente en la cama.

-Estaban hablando de ti y escuche que el maniaco quería "volver a hacerte caer".

-¿Les has dicho algo?

-No, estaba demasiado confundida como para hacer algo. Ni siquiera me moví al verlos. Esta chantajeando a Castiel con alguien pero no sé nada mas al respecto.

-Está bien. ¿Recuerdas la reunión de mañana?

-Claro, ¿Que... ?

-Tu deja de preocuparte, ya tengo todo planeado. Mañana lo explicare -le interrumpí.

-D-De acuerdo, pero...

-Nada, tu no preguntes ahora y estate quietecita en casa. Nya, nos vemos mañana.

Colgué el teléfono y sonreí malvadamente. ¿Volver a caer? Por favor, Dylan está metido bien al fondo de la garganta del lobo.

-Ah, soy una genia. Ojala le pusiera este entusiasmo de matar psicóticos a las matemáticas, pero bueno, no creo que pase... Las mates son inservibles y aburridas mires por donde las mires.

-¡Que dejes de hablar sola! -se quejo Sanae.

-¡Y tu deja de espiarme! -le grite.

Cierto, Sanae no puede enterarse de esto. Lo más seguro es que si lo hace llamara a la pasma y me metan en algún psiquiátrico con Dylan. Por ahora se lo mantendré en secreto.

Me puse mi pijama de conejitos y baje a la cocina donde Sanae preparaba un mejunje de algo que no parecía de este mundo, viscoso y verde...

-¿Y me tengo que comer eso? -pregunte mirando sobre el hombro de mi hermana.

-¡Tiene muchas vitaminas! -se defendió.

-¿Vitaminas malas?

-¡Que no!

Y al final termine haciendo unos sandwiches.

[...]

A la mañana siguiente me levante como un día cualquiera. Prepare mis cosas y baje a desayunar con Sanae, que esta vez no se le habían quemado las tostadas, solía pasar una o dos veces a la semana.

-Uf, la tía Agatha no contesta al teléfono -se quejo ella pulsando teclas en su cacharro electrónico.

-Estará ocupada, ya sabes cómo es, siempre está metida en algo -le dije.

-Me preocupa que la hayan metido en la cárcel por volver a usar ese traje de hada loca que tiene.

-Nya, ¿Tendremos que volver a pagarle la fianza? -pregunte dándole un sorbo a mi leche con chocolate calentita. Oju, que buena estaba.

-Somos pobres, mejor que se quede ahí.

-Sanae no somos pobres, te dieron el ascenso ¿recuerdas?

-¡Pero es que ese es mi dinero!

-Si me meten en la cárcel, avísame para no llamarte.

Rato después Lysandro paso a recogerme junto con Eli. Al parecer, habían dormido juntos en casa de esta, pero había venido a acompañarme.

-Lysandro no quería fallarte, es un buen cumplidor de promesas -había dicho Eli cuando dije que podrían haber ido sin mí. Los dos parecían felices, supongo que por el sexo desenfrenado, pero estaba bien, al menos así se olvidaban un rato de lo que sucedía.

-Pero habéis usado protección ¿no? -pregunte durante el camino.

-Si -contesto Eli alegremente.

-Creo que no deberíamos conversar de eso ahora -dijo Lysandro un poco ruborizado.

-Son cosas naturales de la vida, Lys -dijo Eli cogiéndole de la mano.

-Sí, y una gata como yo tiene que saberlo, por precaución.

-No, solo eres cotilla Cami. Pero aun así te queremos mucho -dijo Eli.

-¡Yo no soy como mis vecinas! No la casa de Lys, sino la del otro lado, esas viejas... -me queje.

Al final, llegamos al instituto sin ningún contratiempo y tampoco había ninguna cosa rara esperándonos. En clase me esperaban Sui y Hikari. La profesora de física nos esperaba con grandísima alegría en... No, no puedo ponerle tanto entusiasmo por una clase de mierda. La señora Northman no se cansaba de hacer malabares con manzanas o lo que sea que se encuentre por ahí.

-Mirad, como cae al suelo... -dijo un par de veces cuando lanzo al aire varias bolitas de celo que le había confiscado a un par de chicos aburridos.

Las veces que he intentado prestar atención en sus clases para aprender algo en mi cabeza sonaba un "Bla, bla, bla" constante cada vez que ella abría la boca para sus famosas explicaciones. No hacía falta que nos explicara lo obvio. Sé que si tiras algo se cae, la gravedad existe, si. Como si no se me hubieran caído cosas a lo largo de mi vida. Odio la gravedad. Me hago moretones por su culpa. Esta vez, tampoco preste mucha atención a la clase, ni a las notas que me tiraban Hikari y Sui, Castiel estaba en clase y había algo que quería y debía preguntarle para finalizar mis planes maestros. A la hora del descanso me fui con el grupo de pirados que había reunido desde que llegue a Amoris Ville. Intentaron sonsacarme información sobre lo que tenía pensado hacer y decir esta tarde en la reunión. Menos Lenny. Ella ya lo sabía por torturas con las cuales me había hecho contarle todo. Dijo que... que si no se lo decía... Se comería mis caramelos para después de la cena que había estado guardando. Fue horrible, no pude soportar tal amenaza y caí ante sus pies, pero los demás, no consiguieron saber nada gracias a mi testarudez.

Tuvieron que esperar hasta la reunión.

Minutos antes de que terminara el tiempo del descanso me marche para buscar a Castiel, ese era el momento. No me costó mucho encontrarlo puesto que siempre está en los mismos lugares, menos mal. En el hueco de la escalera, estaba sentado en un escalón, fumando, y aun no se daba cuenta de que estaba ahí.

El cigarrillo se iba consumiendo apoyado en sus labios no muy bien sostenido. estaba ensimismado en sus pensamientos, tanto que movió la boca inconscientemente y se le calló el cigarrillo en la mano, dejándole una pequeña marca en forma de circulo.

-¡Joder! -exclamo levantándose de repente con la otra mano tapando la quemadura.

-Y luego te quejas de que te digo que fumar no es bueno -dije aguantándome la risa. En ese momento el timbre de clase sonó, dando por terminado el rato libre, pero no para nosotros. Castiel me miró un poco enfadado por mi comentario, o quizás, por el simple hecho de que alguien lo haya visto quejándose de una herida.

-Ya sabes, que no quiero que tengas cáncer de pulmón y te mueras antes que yo dejándome con montones de hijos y nietos rebeldes y descontrolados, sería horrible -bromee.

-Y tú ya sabes que solo fumo de vez en cuando -dijo el relajándose.

-"De vez en cuando" ya es suficiente para el cáncer de pulmón. -me acerqué a él y cogí su mano con la marca, aguantándome otra carcajada.

-Ya se me ha pasado.

-No te hagas el macho que se respeta ahora. -me burle.

-Enserio, ya esta -dijo el quitando la mano.

-Necesito que me digas algo -dije sentándome en la escalera y estirando de su pantalón para que me acompañara -Aquí dudo que alguien más nos oiga.

-Cami, antes de que digas nada tienes que saber que yo me encargare de esto.

-Ya me estoy encargando yo, para eso he venido, solo dime una cosa, lo último que necesito para que podamos volver a bañarnos juntos y comprar tu-ya-sabes-que de sabor banana en la farmacia, y aunque este no sea un buen momento para chistes, tenía que decirlo. -sentí un calorcito en las mejillas. Castiel resopló divertido.

-Al menos dime que planeas. Demonio me dijo que estuviste por casa, leí la nota.

-¿Demonio habla? -me sorprendí.

-Cami -dijo el pelirrojo regañándome con la mirada.

-Te contare todo lo que descubrí y los planes que tengo. Confía en mí. Hoy me reuniré con todos también, no te pido que vengas, haz como si fuera un día normal, para que tu-ya-sabes-quien no se entere de nada, en cuanto te diga nos veremos en algún sitio para hablar de esto.

-Sera peligroso -dijo el acercando su cara a la mía.

-Si no lo hacemos estaremos así hasta el fin de los mundos. Ahora dime, ¿Con que te esta chantajeando? -se puso más serio y volvió a acercarse un poco más a mí. Entonces murmuró:

-Es tu tí-

-¿Que estáis haciendo? -dijo una voz. Me temblaron las piernas.

Nos habían pillado.

lunes, 3 de junio de 2013

Capitulo 7~



Castiel me dejo en una de las camillas que había y él se sentó en una silla a mi lado.
-¿Te duele mucho el culo, patosa? -pregunto con una media sonrisa.
-Cállate, no soy patosa… bueno un poco si… ¡Aish! ¡Deja de molestar!
-No, es muy fácil y divertido fastidiarte -dijo el riendo, y le saque la lengua.
-JA-JA, bobo -infle mis cachetes ofendida, aunque se me pasó enseguida y reí.
-Mira quien habla -dijo él y se río también, de repente puso cara seria- Te vas a arrepentir de haberme dicho bobo -y dicho eso empezó a hacerme cosquillas en la barriga que era el único lugar donde tenía.
-¡AAAH! PARA CASTIEL... NO… PUEDO… RESPIRAR -gritaba entre risas.
-Tu merecido por insultarme -dijo el disfrutándolo.
-¡No! Tu siempre me insultas… y yo no te hago… nada -intentaba decir yo.
-La vida es as -dijo haciéndome más cosquillas. Yo no paraba de reír y Castiel reía pero de mi desgracia. La puerta se abrió de repente, Castiel paro para ver quién era y la enfermera que acababa de llegar con una bolsa de hielo en la mano dijo:
-¿Qué pasa? ¿Por qué gritáis tanto?
-Oh… este… yo… lo siento -dije un poco nerviosa y a la vez intentando respirar.
-Está bien -dijo ella no muy segura- toma el hielo y póntelo en la parte donde te duela.
-Si -le hice caso y me puse el hielo en mis nalguitas, sentándome encima. Castiel parecía no poder aguantarse la risa al verme, yo le dirigí una mirada asesina lo que hizo que cada vez pudiera aguantarse menos…
-Bueno chicos, yo tengo que ir a hacer una llamada, ¿Podéis estaros tranquilos? -dijo la enfermera, a lo que yo asentí y se fue. Cuando la enfermera cerró la puerta Castiel soltó una gran carcajada.
-Ya. Deja de reírte. No tiene gracia ¿Qué pasaría si fuera a ti a quien le doliera el culo? -me moleste.
-Eso no pasara -dijo intentando parar.
-Ahora, dime -dije cambiando de tema- ¿Quién te gusta?
-Uff… ¿Sigues con eso? Que no me gusta nadie. -dijo parando de reír.
-No me lo creo a ti alguien te tiene que gustar, veo… veo como a veces te brillan los ojos con ese tono gris que tienes, que a veces te sonrojas sin razón y pienso que estás pensando en la persona a la que quieres…
Castiel se me había quedado mirando y se va acercando a mí, cuando lo tenía a centímetros de mi cara...
-Y si a mí…-empezó diciendo. La verdad es que últimamente Castiel me estaba empezando a parecer guapo y a veces cuando le miro me sonrojo sin ninguna razón o puede que… ¿Este enamorada de él?- ¿Y si a mí me gustases tú? -dijo finalmente.
Me quede sin saber que decir con los ojos muy abiertos y el corazón que me latía muy deprisa. Estábamos como a dos centímetros de mi cara y no pude evitar el ponerme roja.
Otra vez la puerta se abrió de golpe y la enfermera volvía a entrar. Castiel se separó de mí muy deprisa, se sonrojo un poco y, como hacia siempre, se puso a mirar hacia otro lado. La enfermera no pareció ver nada, estaba concentrada en unos papeles y no se fijó en nosotros.
Entonces… espera, ¿Castiel acaba de decir que le gusto? Esto… no sé, creo que a mí también me gusta el, pero no sé si él lo ha dicho de verdad o para tomarme el pelo. ¡AAAh! ¡Estoy muy confundida! Si no hubiera llegado la enfermera…
Castiel no volvió a hablarme en el rato que paso hasta que sonó el timbre y nos fuimos, la enfermera me dijo que como no era muy grave lo que me paso que me fuera para la siguiente hora.
Me dirigía a mi clase y me encontré con Jade,  Misa y Armin que también iban para allá.
-Cami no te has roto el trasero ¿verdad? Beato me contó lo que te paso -me dijo Misa.
-No pasó nada, estoy bien, aunque me dejara moretón por unos días -dije un poco avergonzada.
-Mira que tropezarte así -dijo Jade riendo, vi que Armin también reía.

-¡Arminciiito! Lenny ya me ha contado lo que hicisteis ayer -dije mientras ponía una de las caras pervertidas del repertorio de Sanae. Paro de reír al instante y se puso nervioso.
-Eeeeh… esto… -decía torpemente, me partí de la risa con lo nervioso que estaba.
-Ok, deja de sufrir, ya era hora de que te declarases -le dije poniéndole una mano en el hombro.
-Si Armin, todos se preguntan como Lenny aguanto tanto hasta que se lo dijeras -dijo Misa riendo.
-Sí, tardaste un poco -le dijo Jade.
-Bueno ya está bien, vayamos a clase que llegaremos tarde -dijo Armin rojo como un tomate, creo que nunca paso tanta vergüenza.
Entramos a la clase y el profesor después de nosotros, estábamos en historia, yo distraída como siempre y además tonta, pensando en lo de Castiel, no me había enterado que el profesor me había llamado la atención. Midorik me había dado un codazo para que reaccionara.
-¿Cuando murió Cristobal Colón señorita Shinzo? -pregunto el viejo amargado. Yo estaba demasiado empanada en ese momento y lo que dije no fue precisamente la respuesta correcta:
-Pues, ¿Al final de su vida?- El profesor puso los ojos en blanco y suspiro con desaprobación.
-La próxima vez preste más atención ¿Entendido? -dijo malhumorado.
-Sí, lo siento -dije, no me gustaba llamar la atención, pero por desgracia siempre me pasaba algo que hacía que la gente se fijara en mí.
Seguimos con la clase y yo intentando poner más atención, lo que me era imposible porque me distraía con cualquier cosa. Pasaron las horas hasta la final Misa se fue de clase porque tenía otra, la verdad esto de tener que ir cambiando de clase mareaba, vinieron Sui y la chica que Amber había acosado, Mizuno. No entiendo como Amber podía maltratar así a la gente, le tendría que decir a Nathaniel de esto, seguro que ya está enterado de lo que hace pero tienen que darle algún castigo a la rubia, no puede ir por ahí a su bola.
Al salir de clase Jade y Armin me dijeron que tenían que irse a hacer unos recados, estos tramaban algo pero no sé qué era, además, ¿En qué mundo se ha visto que Armin haga recados?
Sui y Mizuno me acompañaron a buscar a Eli para poner los carteles del casting, Mizi, que así quería que la llamara Mizuno, al estar un rato hablando con ella me cayó bien, era bastante simpática. Vi pasar a una chica de pelo corto y rojo con ojos azules, me llamo mucho la atención por su ropa, me encanto el conjunto que llevaba, una camiseta rojo granate con una chaqueta de cuero negra, unos pantalones cortos negros y unas botas altas negras con cordones.
-Puede que ella se apunte al casting, se llama Rinalia y he oído que sabe tocar el bajo -me dijo Sui, al ver que la mirada.
-¡¿De verdad!? Si ella se apunta y toca bien ya tenemos una bajista -dije dándolo todo por hecho. Vi a Eli a lo lejos dirigirse hacia nosotras.
-¡Cami! Castiel no te ha hecho nada más ¿verdad? -dijo Elizabeth. Al decir eso recordé lo que paso en la enfermería y sin darme cuenta me volví a sonrojar.
-No, nada -le conteste.
-Ya me contaras que ha pasado -me susurro ella y acto seguido me dio los carteles.
Me quede paralizada por unos segundos y después le di algunos carteles a Mizuno y a Sui ya que querían ayudar.
Estuvimos colgando carteles por todos lados, ya que la mayoria de los alumnos se habían ido a su casa o estaban en un club nadie nos molestó. Como en todo el día no vi a Nath decidí ir a ver si estaba en la sala de delegados para saludarlo.
-Chicas voy a ver si esta Nathaniel -les dije.
-¿Sois amigos? -pregunto Mizi.
-Sí, desde hace bastante tiempo -le conteste.
-Hmm… con que amigos de la infancia eh... -dijo Sui con una cara que no supe descifrar. -Cuidado con lo que hacéis, ¡eh! -me dijo Eli dándome un empujoncito.
-Eeeh, pervertidas que solo somos amigos -les dije.
-Sí, claaaro -dijo Sui.
Las salude con la mano y me fui, llegue a la puerta y toque para ver si había alguien, me contesto la voz de Nathaniel con un ‘’pase’’.
-Hola Nathy -le dije sonriente.
-¡Ah! Buenas tardes, Cami -dijo mientras levantaba la vista de los papeles que estaba mirando.
-Enserio, tienes que dejar de trabajar tanto, siempre que te veo estas entre papeles.
-El trabajo es el trabajo, ¿y tú qué haces aun por aquí? -me dijo con una sonrisa, con el todo era el mundo happy.
-Bueno estaba colgando los carteles para el casting con unas amigas.
-Verdad, para lo del grupo de música ¿no?
-Sí y te vine saludar ya que no te vi en todo el día...
-Y extrañabas a tu hermanito del alma -dijo riendo.
-Se podría decir que sí.
-Por cierto, ¿Tienes la foto de carne para el formulario? -pregunto tomándome por sorpresa.
-Se me ha olvidado... ¿Te la puedo traer mañana? -dije algo angustiada.
-Aun no me has contado el porqué del grupo de música.
-Veras… es que Castiel y yo hicimos una apuesta, el que haga el grupo de música que consiga más fans gana.
-¿Y el que pierde?
-Se va a la mierda -dije rápido, Nathaniel puso una cara rara y yo me reí -Mentira, tiene que hacer lo que el grupo ganador le diga.
-Uff… mejor que ganes, porque a saber lo que pasa por la cabeza de Castiel.
-Sí, lo sé, bueno me voy ya y te dejo trabajar que si no directora te azota en el culo -dije riendo y Nathaniel rojo de vergüenza, se ve que se imaginó la escena.
-Y hablando de… "nalguitas" ¿cómo están las tuyas? Me ha dicho la enfermera que estuviste por ahí.
-Ah sí, es que el suelo del instituto me odia -dije haciendo pucheros, a lo que Nathaniel río.
-Bueno ahora si te dejo libre, pero no demasiado -dicho eso me guiño un ojo, yo le salude con la mano y me fui.
Fui hasta donde estaban las chicas y parecía que se llevaban bien, así que ningún problema.
-¿Quieren acompañarme a hacerme una foto? -les dije.
-¿Una foto porno? Cami si necesitas dinero yo te presto, pero no hagas esas cosas, por favor -dijo Eli muy deprisa y nerviosa.
-¿¡Que, como que una foto porno?! -se alarmo Sui.
-¡Wao! ¿Es enserio? No te creía capaz... -dijo Mizuno asombrada.
-¿Pero Eli, que se te pasa por la cabeza? ¡Necesito una foto de carné para el formulario del instituto!
-Aaah, menos mal -dijo Sui respirando hondo.
-Mira que eres mal pensada -le dije a Elizabeth.
-Lo siento -dijo sonriendo y sacando la lengua.
Las tres dijeron que me acompañaban y fuimos a un bazar para hacerme la foto, cuando termine y la mire, dije:
-Salí muy mal, ¿y esto lo va a tener que ver Nathaniel?
Mizuno me cogió la foto de las manos.
-¡Pero si sales muy bien!
-Es verdad, no te quejes tanto que hay peores -me dijo Sui mirando la foto junto a Mizi.
-Aish, Cami, pero si sales muy mona -dijo Eli achuchándome después de echarle un vistazo también.
-Bueno vale, yo me quiero ir a mi casa ya -dije cansada.
-Está bien, vámonos -dijo Sui devolviéndome la foto de entre las manos de Mizuno que la seguía investigando.