Capitulo 5~

La tarde anterior me la había pasado en la heladería y habíamos hablado de varias cosas. Le había contado un poco a Castiel lo del casting para que tuviera un poco de envidia. Nos lo pasamos bastante bien, también Eli y yo decidimos hacer carteles para anunciar el casting e íbamos a ir a preparar la sala de música para todo. A mi hermana, Sanae, le habían dado el trabajo. Ahora era la chica que llevaba el café en una inmobiliaria, pero decía que con eso estaba bien y que si hacia todo lo que le decían la ascenderían y cobraría más. Me levanté de la cama de bastante buen humor, la verdad es que las cosas eran más divertidas de lo que esperaba.

-¡Cami, ya está el desayuno!- le escuché decir a Sanae desde la cocina.

-¡Ya voy!

Me vestí lo más rápido que pude, tenía mucha hambre. Me puse una camiseta negra sin mangas con estrellas grises y unos pantalones turquesa con mis preciadas converse negras y mis orejas de gato, claro. Bajé las escaleras rápido, hoy tenía mucha energía. Me encontré con algo que no me esperaba, una chica con el pelo morado claro con mechas de un morado más oscuro y tenía algunas negras, sus ojos eran azules con tonos grises, cuando me di cuenta de quién era, hice lo mismo que estaba haciendo estos días al encontrarme con la gente…

-¡Tooor!- me abalancé sobre ella, tenía que dejar de hacer eso o acabaría matando a alguien.-Prima, ¿Qué haces aquí? ¡Te extrañe mucho Lluvia!

-¡Cami! ¡Yo también te extrañe mucho prima!- Nos pusimos a saltar como unas tontas mientras estábamos abrazadas. La escena era bastante cómica y Sanae no paraba de reírse.-Llegué hace unas horas, me vengo a vivir al pueblo, quería estar con mis primas favoritas- dijo apretándome más contra ella y abrazando a Sanae.

-Claro, como somos las únicas primas que tienes- dijo mi hermana, poniendo cara de ofendida.

-Vamos no te enfades Sanae, si yo te quiero mucho- hizo pucheros.

-Venga no empecéis-dije- ¿Tor, el tío Joel también está aquí?

-Sí, mi padre está organizando la casa donde vamos a vivir, no está muy lejos de aquí.

Nos quedamos hablando un buen rato. Nos contó que, como nos habíamos venido a vivir aquí, Joel había decidido que ellos también vendrían para que la familia estuviera más unida. Tor, que así era como la llamábamos todos (su verdadero nombre era Lluvia), iba a venir conmigo al instituto, pero dentro de unos días, aún estaban instalándose. Cuando me di cuenta de la hora, aún tenía que preparar mi mochila con las cosas y arreglarme un poco. No tardaría tanto, pero Lysandro era muy puntual y no quería que se encontrara con estas dos peleándose por cualquier cosa.

-Voy a preparar las cosas que me faltan para irme- lo dije y me fui corriendo antes de que él llegara. Cogí todo lo más deprisa que pude, pero la rapidez no es lo mío. El timbre sonó y yo aún estaba arriba, bajé corriendo por las escaleras, otra vez, un milagro que no me cayera y rodara. Otra vez, Sanae estaba diciéndole no sé qué a Lys y Tor  mirándole de arriba abajo como inspeccionándolo. Pobre Lysandro, a partir de hoy le diré que me espere fuera…

-¡Ya brujas, dejadlo en paz!- les grite.

-Camila ¿Es tu novio?- me preguntó Tor seriamente.

-No tonta, es que Cami aún no se atreve a declararse- le dijo Sanae.

-Uff… sois las dos insoportables, ¡Ni es mi novio, ni me voy a declarar!- ya estaba un poco irritada…

-Prima das miedo…-dijo Tor.

-Además a Elizab…- Mierda, casi lo cuento, Eli me dijo ayer que le gustaba Lysandro, ¡para no notarlo! Que tonta soy, a ver como arreglo esto ahora- Em… esto…. ¡La salsa! ¡Si, la salsa!- ¿¡Pero que estaba diciendo?! Lys tenía una cara de poema… que no sabría describirla pero era impresionante, ¡lo nunca visto!

-Cami, ¿Tienes hambre?- preguntó Sanae.

-Esto... ¡Lys llegaremos tarde!- dije ignorando a Sanae. Cogí a Lys de la mano y nos fuimos de esa casa de locos, dejando a las dos brujas con cara de póker.

-Cami…- empezó Lysandro.

-¡Nada! Olvidemos lo que ha pasado ¿vale? Y te diré que ahora me esperes fuera para no tener que pasar por esto todas las mañanas- le dije.

-Está bien- dijo eso y sonrió- Estás muy loca, pero sigues siendo mona.

-Tu sí que te volverás loco como vuelvas a esa casa- me reí.

Nos pasamos el resto del camino hablando más relajados. No dejaría que ningún chico volviera a pisar mi casa, no si estaba alguien de mi familia dentro, no quiero que nadie quede traumatizado…

Entramos al instituto y al parecer Lysandro y yo estábamos en la misma clase la primera hora. Yendo hacia el pasillo nos encontramos con Castiel, Lenny y Beatriz.

-Hola, enana- me dijo Castiel dándome palmaditas en la cabeza.

-¡Deja de llamarme así!- le aparte la mano- ¿Cuándo te encuentres con un enano de verdad como piensas llamarle? ¿Mini-enano?

-No, primo de Cami- dijo con una sonrisa de victoria.

-¿Entonces cuando vea un tomate debería decirle primo de Castiel? -le dije burlona- Además, que sepas que mi prima no es enana, es bastante alta ¿A que si Lysandro? Tú la has visto, era la loca de pelo morado que te acoso esta mañana en mi casa.

-Ah… pues era bastante alta a decir verdad…-dijo Lysandro pensativo.

-¿Tor está aquí?- preguntó Beato sorprendida.

-Sí, al parecer se ha venido a vivir- dije sonriendo.

-¡Qué bien! Hay que invitar a salir a esa acosadora. Nos la pasábamos genial con ella-dijo Lenny.

-Ya me habéis cagado el chiste con vuestro parloteo- dijo Castiel.

-Tu chiste ya se había arruinado cuando Cami dijo lo del tomate, así que no te quejes- le dijo Beato maliciosamente.

-A mí me parece que Castiel quiere que le presten atención- dijo Lenny riéndose.

Lysandro se acercó a Castiel y le dijo:

-Amigo mío, te acaban de dejar en ridículo.

Castiel gruño y yo no paraba de reír, la verdad es que Castiel ha estado un poco tonto desde que llegué y además me ha abrazado ya dos veces, cosa que nunca había hecho.

-Las consecuencias del enamoramiento- dice Jade llegando.

-¿Enamoramiento? ¿de quien está enamorado?- pregunté inocentemente.

-Es más tonta de lo que pensábamos- dijo Beato con cara de resignación.

-¿De qué habláis?- preguntó Misa llegando al grupo.

-¿Sabes de quien está enamorado Castiel?- pregunté dirigiéndome a ella.

-Esto… yo…- tartamudeaba Misa.

-A callar, yo no estoy enamorado de nadie, joder.- dijo Castiel enfadado.

En ese momento sonó el timbre para entrar a clase y no tuvimos más remedio que irnos porque los profesores ya andaban por ahí, ¡Malditos viejos! ¡Solo cinco minutos más y ya le sacaba la información a Castiel! Ahora me quedaría con la duda toda la mañana… yo nunca le había visto salir con nadie. Además de que él nunca me hablaba de amor, ¡como si le tuviera alergia! Supongo que sería normal en él. Aunque en el fondo creo que estaba un poco… ¿celosa? No, no puede ser, ¿cómo iba a estar yo celosa?, si Castiel se enamoraba no era problema mío ¿verdad? No es como si yo estuviera enamorada de él… Uff… estaba algo confundida, lo mejor era dejar de pensar.

Lysandro ,Lenny, Armin, que habían llegado justo cuando sonó el timbre, y yo entramos en clase. Mientras pasaban las horas en clase y yo me aburría más que un pepino en una ensalada, vi a Armin mandándole notas a Lenny mientras se hacían miraditas. Lenny aún no me había contado nada de lo que paso ayer, ¿A qué esperaba? Entonces le tiré una nota en la que ponía: ‘’ Como no me cuentes que hicisteis ayer Armin y tú, te juro que te tiro por un puente,  y no es broma. ‘’, ella me tiró otra que ponía que me lo contaría en la hora del almuerzo.

Pasaron las clases y en la última, antes del almuerzo, a Lenny le tocaba en otra clase y me dijo que me esperaría en la cafetería para decírmelo.  Joder, como estaba hoy el día, parecía que el destino no quería que me enterase de nada.

Por fin sonó el condenado timbre. Me disponía a ir hacia la cafetería, pero vi algo que de verdad no me gustó nada…

-¿Amber?- pregunté incrédula. Ella se giró para verme y mirándome de arriba abajo me dijo:

-Mira quién se ha pasado por el pueblo…- vi que estaba con dos chicas más y estaban acorralando a otra de pelo azul con unos ojos grandes de color violeta…- ¿Qué? ¿Vienes otra vez para ligar con chicos, gata zorra?

-¿Perdón? ¿A quién llamas tu eso? Primero mírate al espejo y después ya veremos quién es la "zorra" aquí y segundo, ¿Qué le estáis haciendo a esta chica?- dije señalando a la de pelo azul. Era increíble cómo los años habían llevado a Amber a convertirse en lo que sea que es esto, pero yo no estaba para aguantarla.

Amber se disponía a darme una bofetada cuando alguien la cogió del brazo, una cabellera pelirroja y unos ojos, que nunca me había fijado en lo bonitos que eran hasta ahora, miraban con furia a la rubia.

-Como vuelvas a intentar tocar a Cami estas muerta, pija redomada- dijo Castiel claramente enfadado. Nunca antes lo había visto tan furioso y tan… ¿sexy? ¡EH! ¿¡Pero que estoy pensando!? ¡Fuera pensamientos pervertidos! Creo que el hablar tanto con Elizabeth me estaba volviendo más pervertida.

-¡Suéltame Castiel, me haces daño!- protestaba Amber.

-Vete de aquí y no vuelvas a molestarla- le dijo Castiel soltándola bruscamente.

-Vámonos chicas, no podemos estar tanto tiempo cerca de esta gente tan maleducada.-dijo Amber.

-Para maleducada tú, rubia- le contesté ofendida.

Amber se fue dando un bufido, intentando que su autoestima no se desplomara ante aquello. La chica a la que estaban acosando se nos acercó…

-Uff… gracias. Amber siempre está pidiéndome que le haga los deberes… y bueno.  Me llamó Mizuno, podéis llamarme Mizi- dijo la chica.

-Encantada, yo me llamo Camila, pero puedes llamarme Cami.

-Yo tengo que irme así que hasta luego, quizás coincidamos en alguna clase y gracias otra vez- dijo Mizuno y acto seguido se fue.

Miré a Castiel por unos segundos y le dije:

-Gracias, yo también. Si no fuera por ti ahora tendría un moratón- le dije sonriente

-Pero, ¿Estas bien, verdad?

-Sí, tranquilo- le dije y le volví a sonreír- Por cierto…

-¿Qué?

-Me gusta cuando te preocupas por mí- vi que se puso un poco rojo y acto seguido me puse a caminar hacia la cafetería, me paré y me gire hacia el para decirle:

-Voy a la cafetería, ¿me acompañas?