-¿Camila?- Su
pelo plateado y sus ojos bicolores no tenían parecido con nadie que conociera,
excepto él…
-¡Lysandro!
-¡Camila!
-¡Lysandro!
-¡Camila!
-¿Cuánto
tiempo más vamos a quedarnos diciendo nuestros nombres?
-Emm…Yo…
solo te seguía el juego…-Dijo tímidamente. El chico se conservaba bien, habló
como si fuésemos viejos ¿Qué me pasa con los viejos últimamente?
-¡Lysandro!- Me
tiré sobre él, estaba tan emocionada que no sabía lo que hacía. Suerte que era
fuerte, que si no caíamos los dos al suelo.
-Cami,
¿Qué estás haciendo aquí?
-Eso
te tengo que preguntar yo a ti, porque yo vivo aquí.-El seguía siendo el mismo
de siempre, no había cambiado, me alegro.
-Entonces
supongo que ahora somos vecinos-dijo con una sonrisa-me alegro de volver a
verte.
-Sí,
¡te eché mucho de menos! Lys entra, tienes que contarme un montón de cosas-Le
cogí de la maño y lo estiré hacia dentro.
Mi
hermana seguía en la cocina, pero esta vez no estaba con su amado microondas,
menos mal porque si no se lo tiraba por la cabeza.
-Cami,
no queda bien que arrastres a un chico dentro de casa, puede ser mal
interpretado-la pervertida atacaba de nuevo.
-La
única que piensa esas cosas eres tú, y además, Lysandro sabe que no le haría
nada raro, ¿Verdad Lys?- Él se reía a carcajadas, la verdad es que su risa era
contagiosa y no tarde en reírme también.
Cuando Lysandro paró y respiró para poder
hablar me dijo:
-Claro,
yo nunca pensaría así de mi dama gatuna- Yo le sonreí y él a mí.
-¡Guau!
Pero mira que pareja más tierna- dijo Sanae, y después se acercó a mí y me
susurró-Deberías liarte con el ya hermanita.
Mi
cara se enrojeció un poco, creo que Lysandro lo notó, pero no dijo nada.
-Vayamos
al salón, con esta pervertida aquí no podremos hablar tranquilos- El rió y
asintió a modo de respuesta.
-¡Sí,
huye cobarde! ¡Pero que sepas que de mí no te libraras!-La ignoré y me fui con
mi amigo.
Nos
sentamos en la mesa grande que había en el salón y hablamos bastante. Me dijo
que todos estaban aquí, y con todos me refiero a mis amigos de la infancia. También
que había venido aquí porque su madre le dijo que fuera a ver quiénes eran los
nuevos vecinos, supongo que se habrá sorprendido mucho…
-¿Y
cuando empiezas las clases?-me preguntó.
Mi
tía me había inscrito en el instituto Sweet Amoris, el único que había en todo
el pueblo. Era pequeño así que era normal que solo hubiera uno, pero por lo que
me contaron, el instituto (o cárcel) era bastante grande.
-Mañana,
que horror-dije con algo de pereza, estudiar no era mi fuerte.
-Si
te parece, puedo venir y vamos juntos durante el trayecto, no será tan grave ir
al instituto.
Era
una de las primeras veces que Lys y yo hablábamos tanto. Él no es de hablar
mucho y yo soy bastante tímida cuando me lo propongo, supongo que los años que
no estuve cambió un poco esa faceta suya.
-Claro
que sí, oye... tu ropa... ¿la ha hecho Leigh?-pregunté con una sonrisa. Llevaba
un traje de la época victoriana, si no me equivoco. Su hermano Leigh, antes de
irme, recuerdo que había empezado con sus estudios sobre moda. La ropa que hacía
me parecía simplemente genial.
-Sí, ha
mejorado mucho desde la última vez que estuviste. Tú... ¿No te has quitado las
orejas desde entonces?
-No,
ya se lo dije yo ayer, pero no se las quiere quitar- Dijo Sanae entrando al
salón.
-Ya
me las quitaré… algún día… en algún año…-Me seguían gustando las orejas de
gato, aún no me las iba a quitar…
-Pues
quédatelas, es verdad lo que dijo Castiel, pareces un gato y muy
adorable-Castiel… ¿aún se acordará de mí? Hicimos una promesa, pero... Castiel
era aquel chico que me dijo una vez, de pequeños, que tenía cara de gato. La última
vez que nos vimos tenía apenas diez años y una gran desesperación por capturar
un Charmander.
-Gracias-sonreí,
ahora que lo pienso… Quizá…lo vea en el instituto… ¿Seguirá como antes?
-Buff…
¡Algún día te las quitarás!-Protestó mi hermana favorita.
-Sí,
algún día, pero hoy no y ¡¿Cómo es que siempre acabamos hablando de mis
orejas!?
Seguimos
hablando hasta poco después del mediodía. Lysandro se fue a su casa, su madre
se preguntaría dónde estaba su querido hijo, después de tantas horas hablando
habrá pensado que lo secuestramos.
Nosotras
terminamos de ordenar y limpiar toda la casa. Después de eso fui a prepararme
las cosas para mañana, no tenía mucho que preparar puesto que era mi primer
día, seguro que mañana iba a ser un buen día… a lo mejor… ¡Encontraba un
desfile de tíos buenos y acababa con una hemorragia nasal! ... Quizás será el
café que me da Sanae, que me está afectando a la cabeza.
Me ha hecho reír como si lo leyera de nuevo. xD
ResponderEliminarnyej nyej...
Eliminarahora que lo pienso... alguien se atrevera a leerselo otra vez enterito? owo creo que solo Vivi... xD
yo tambien gatita!! te olvidas de mi!!
EliminarLo se, lo se, se que hay varias que lo estan volviendo a leer >w< que emochion!
Eliminarkyaa, me encanta :3, me lo estoy releyendo de nuevo porque perdi el hilo, pero me sigue gustando como la primare vez~~ :3
ResponderEliminarAish, pero que monada de chica :'3 Me alegro de que te guste tanto. Si es que, que bonito es tener gente que te lea así ; A ;
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