Estaba andando con Castiel cogida de la mano,
no la había soltado desde que la cogí por impulso al ver a… ese.
Sin darme cuenta me salió una lágrima y me
pare.
-Cami…-dijo Castiel y al ver que lloraba se
me acerco mas y me quito las lagrimas que habían caído por mi mejilla-no debes
llorar, sabes que me molesta mucho
cuando lloras-dijo intentando calmarme, cosa que extrañamente funciono.
-Puedes… ¿puedes llevarme a casa?-le
dije-necesito decirle a Sanae esto.
-Esta bien…-iba a decir algo mas pero le
corte, sabia lo que quería.
-Cuando lleguemos te lo explico-dije
terminándome de secar las lagrimas con la mano.
Estuvimos andando hacia mi casa, en medio
del trayecto me agarre a Castiel y él no se había separado así que caminamos
medio abrazados el resto del camino.
Cuando Sanae nos vio pasar por la puerta a
Castiel y a mi con, no hay que mentir, cara de muerta se asusto bastante.
-Hermanita ¿has llorado?-dijo Sanae y
enseguida se giro a ver a Castiel-¿Qué le has hecho cacho pervertido?
-Sanae, Dylan…-no me dejo acabar la frase.
-¡Dylan! Dylan… ¿esta aquí? ¡¿Cómo es
posible si estaba con su tío en la otra punta del mundo?! ¡Esto no puede ser!
¡Castiel tienes que proteger a tu novia cunado yo no este!-decía mi hermana
alborotada.
-Ah si, Sanae se entero de que salimos
juntos, se entera de todo…-dije
-Eeing?-soltó Castiel, no se estaba
enterando de nada.
-Uff ¡Hay que llamar a la poli!
-Primero, Sanae cálmate o juro que te llevo
con un psicólogo, y no será un tío buenorro si no un viejo verde, y segundo
ahora te lo explico Castiel, ya tengo bastante con ese rubio maniaco para que ahora
se vuelvan todos locos-dije bastante irritada, en realidad estaba muy nerviosa
y asustada y no podía aguantar nada en ese momento. No me aguantaba ni a mi
misma, se me pegaba la locura de Sanae.
Con eso de rubio maniaco me refiero a Dylan,
y con Dylan me refiero al chico que me tuvo tan aterrorizada en la salida del
instituto. Como he dicho es rubio, tiene los ojos azules y esta bastante bien
formado, si no hubiera pasado lo que paso, ahora mismo no desearía que se
abriera un agujero en el suelo y lo llevaran al infierno.
Nos sentamos en la mesa del salón los tres
juntos y le empecé a contar a Castiel
-Dylan es mi… ex novio, el peor de todos,
cosa que espero que tú nunca seas. Cuando… murieron nuestros padres, él estuvo
conmigo el suficiente tiempo como para aprovecharse de que estaba triste y
conquistarme. Yo como una tonta empecé a salir con el, estuvimos bien hasta que
después de unos cuantos meses cuando ya casi íbamos a hacer un año quiso…
‘’hacerlo por primera vez’’ yo me negué porque aun no estaba preparada- me
incomode un poco- y el me agarro y quiso acostarse conmigo a la fuerz…
-¿¡QUEEEEE?!-grito Castiel alterado y
parecía con ganas de arrancar cabezas.
-¡Tranquilo fiera!-le dijo Sanae- Si yo no
hubiera estado ahí ella ahora no seria virgen.
-SANAE! No lo digas tan… así…- le dije a mi
hermana- y tranquilo Castiel de verdad que no paso nada.
-Le voy a partir la cara como lo vuelva a
ver…-gruño Castiel, parecía un perro con la rabia.
-Es por eso que no quería que Cami saliese
con nadie, pero sé que contigo estará bien pelirojo, cuídala, quiérela y nunca
pero nunca-decía Sanae y puso una cara bastante aterradora-le hagas daño, ¿Me
has entendido?
Castiel asintió con la cabeza, creo que
ahora había alguien que le daba miedo al chico mas duro de todo el pueblo.
-Se suponía que ese chico estaba con su tío
¿En que co** estará pensando ese hombre para dejarlo libre? Hum!-dijo Sanae-ya
lo llamare.
-Olvidémonos de esto por un rato por
favor-dije-Oh! ¡Hoy tenia que ir a ver la canción con las chicas!
-Oh no! Tu no sales hasta que llame al tío
de tu acosador!-dijo mi hermana
-¡Pero las chicas me esperan!-proteste-yo
quería escuchar la canción-e hice pucheros como una niña.
-Yo las llamare para decirles que no vas, yo
tampoco quiero que salgas además-me decía Castiel acercándose a mi oreja-¿no
quieres pasar otra tarde conmigo?
Después de un rato de tonterías ya volvía mi
carácter de siempre, no quería estar pensando en eso toda mi vida y deprimirme,
la vida seguía y yo tenía que pasear con ella.
-¡Tonto! ¡No hagas eso!-Castiel me hacia
cosquillas porque yo le había dicho unos pobres insultos y él se había
‘’ofendido’’.
-¡Te vas a arrepentir de todo lo que has
dicho de mi durante toda tu vida!
-Aaah! ¡No para pelirojo de bote!
-Seré pelirojo de bote pero tú sigues siendo
una gata del tres al cuarto.
Los dos sin podernos contener la risa nos
tiramos al sofá riendo a carcajadas y tirándonos los cojines.
-Ya para-dije dejando los cojines a un lado
y acercándome a Castiel- sabes… con el pelo natural negro que tenias estabas
mas sexy-y le di un pequeño beso en los labios.
-Entonces me lo dejare rojo-y empezó a reír
de nuevo- así no tendrás que aguantar a las chicas detrás de mi todo el día por
lo sexy que estaría.
Castiel ya había llamado a las chicas hace
un rato y todas se pusieron histéricas, querían saber lo que pasaba, el hombre
‘’sexy’’ le paso el teléfono a Sanae harto de ese ruido a gallinero y mi
hermana les conto todo lo que había pasado a mis locas pero adorables amigas.
Estas adorables se pusieron mas locas de lo que estaban y decidieron que mañana
estarían alerta a cualquier movimiento de cualquier cosa, siendo mis
guardaespaldas. Mañana iba a ser un día agotador…
-Castiel quédate a dormir conmigo…-le dije
al chico, me había recostado en su regazo y el me estaba acariciando el pelo.
-Si, a menos que tu hermana me lo impida-dijo
sonriéndome
-Sanae-dije no muy fuerte ya que nos estaba
espiando-¿puede?
-Jo*** ¿Cómo te das cuenta?-protesto mi
hermana mayor
-Porque tu aura pervertida se siente a mil
kilómetros-le conteste
-Uff… bueno si que puede quedarse, pero como
hagan algo raro… te castro pelirojo-dijo mirando a Castiel.-¡Que tengo un
radar!
-Loca-susurro Castiel a lo que yo reí.
-Fuuuuuuuuuu que te hecho de mi casa
eh!-grito mi hermana.
-Esta bien, ya basta de tonterías-dije y
cogí de la mano a mi novio- Quiero estar un ratito a solas con Castiel, sin
espías ni nada, ¿Por favor?
-Ale fuera y que no os escuche hacer…
cosas-dijo la mas loca de la casa xD
Nos fuimos a mi cuarto compartiendo miradas
divertidas por Sanae. Cerré la puerta y se hizo el silencio, pero un silencio
tranquilo.
-Hoy me quedo a dormir pero mañana nos
levantamos un rato antes, tengo que darle de comer a Demonio, espero que se
acuerde de ti.-dijo el
-Nyaaa trato hecho si me das un beso-le dije
y me cogió la cintura con las manos empujándome hacia él y nos fundimos en un
beso dulce, con sabor a chocolate.
Cogí un pijama y me fui a cambiarme al baño,
aunque Castiel quería lo contrario. Volví a la habitación ya lista para irme a
dormir y me lo encontré tumbado en mi cama con solo los pantalones puestos.
-¿Que te parece el tipo con el que vas a
dormir hoy?-dijo el sonriendo.
-Un dios griego… eh… Ah! No dije nada!-por
un momento pensé que se me caía la baba. Pikachu gracias por todo lo que haces
por mi, eres mi dios favorito, si, ahora los Pokemon eran mi religión.
Me recosté a su lado antes de decir
cualquier otra estupidez que pudiera poner en cuestión mi edad. En ese momento
me di cuenta de que mi cama era pequeña, y al parecer el también.
-Espera vamos a acomodarnos mejor-dijo
Castiel moviéndose un poco, al final quedamos abrazados yo mirando hacia la
pared y Castiel con la visión de mi espalda, estábamos pegados prácticamente
pero tampoco era que me molestaba. De repente sentí algo que me rozaba una
pierna.
-Castiel no me toques las piernas otra
vez-dije ruborizada.
-¿Qué? Yo no te estoy tocando la pierna.
-Entonces que es…-entonces recordé la pare
de los chicos que hace bebes… ya saben!
-Ah! Lo siento tu sabes que cuando… pues…
eso… que… -decía Castiel y soltó una risita nerviosa. A mi me entro la risa y
me gire a verle.
-Que bobo te pones, no importa, durmamos
ya.-dije eso y el pelirojo sonrió y me beso.
Al día siguienteee~
Me desperté con un beso en la mejilla.
-Mmm… que buen despertar-sonreí
-Levanta dormilona-me dijo Castiel, hay que
ir por el perro ¿recuerdas?
-Si ya voy-dije medio dormida, ni siquiera
me daba cuenta de que hacia, me quite la camiseta del pijama para ponerme otra
y…
-¿Cami no era que no querías que te viera?
-Eeh…-y entonces desperté del todo-
¡FUERAAAAAAAAAAAAA!
-¿¡Qué pasa!?-dijo Sanae entrando
patosamente por la puerta de mi habitación. Me puse la camiseta de nuevo
rápidamente y los eche a los dos de mi habitación. Que dormida que estaba…
Me prepare todo, desayunamos y salí con
Castiel de casa. Al parecer el chico no se sorprendió tanto puesto que ya me
había visto una vez en sujetador… que no pudo desabrochar. Nota mental: ponerme
sujetadores con el broche más flojo. Al llegar a su casa Demonio me estuvo
olisqueando un buen rato hasta que me reconoció, a pesar de que era solo un
cachorro cuando lo vi por primera vez. Le dimos de comer y fuimos hacia el
instituto, no faltaron las tonterías por el camino y al llegar las chicas me
emboscaron, se pusieron alrededor mio y cada chico que pasaba que no conocían
preguntaban ‘’¿Es ese?’’. Al octavo
chico que nombraron por desgracia…
-Es ese…-dije en apenas un susurro.
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