Narra Castiel
No podía dormir,
al contrario de Cami que dormía como un tronco con la cabeza en mi pecho, por
alguna estúpi** razón no podía dormir.
-Nyaa no señor oso
no se coma mis caramelos…-Cami hablaba, la mire un poco y vi que tenia los ojos
cerrados, será que habla en sueños.- Quiero un batido de plátano por favor-
¿Qué estará soñando?
Sentí que algo se
movía bajo la manta, era su mano, empezó a acariciarme la barriga y fue bajando
hasta mis pantalones…
-Ga-gata despierta
¿Qué estas…
-¡Nyaaa ya
encontré el plátano!-dijo ella cogiendo mi… parte reproductora, por así
decirlo.
-Ehh… ¡Cami
despiértate!-le grite zarandeándola, si me quedaba con su mano ahí mucho rato
me desangraría ahí mismo.
-Eh… ¿Dónde esta
el señor oso y mi batido de plátano?-dijo ella frotándose el ojo con la mano
libre.
-Primero mira
donde tienes la mano, que no sueltas el plátano-le dije mirando hacia otro
lado, tenia toda la cara roja, no quería que me viera así.
-¡WAAA! ¡¿Qué
estabas haciendo con mi mano ahí?!-pregunto ella alarmada.
-¡Eras tu la que
quería violarme!
-¡Yo no soy tan
pervertida!
-Aun que lo fueras
no me importaría-le dije acercándome. Ella sonrió y me beso. Me puse a cuatro
patas encima suyo y me volvió a besar.
-¡Pero que sepas
que eres tu el pervertido en esta relación!-me dijo.
-Lo se, lo
se-sonreí y le quite la camiseta que en ese momento se interponía en mi camino.
Ella me quito los
pantalones y poco a poco fuimos quedándonos sin la molesta ropa. Empecé
recorriendo con mis manos todo su cuerpo, ella solo sonreía y me besaba. Podría
quedarme así toda la vida.
Ya sabéis lo que
pasa después, hombre y mujer, se juntan… pues eso.
-Te amo-le dije a
mi gatita.
-Yo más-dijo ella
escondiendo la cabeza en mi hombro.
Fin de la
narración de Castiel
Desperté entre los
brazos fuertes de Castiel, que bonito despertarse así, ¡WAA! Que se me cae la
baba… Levante un poco la cabeza para mirarlo, ¡se veía muy mono dormidito!
Instintivamente le
empecé a acariciar los pectorales, me quede bastante embobada…
-¿Qué haces?-me
pregunto el pelirrojo, al mirarlo tenia un ojo abierto y una sonrisa picara en
el rostro.
-Eh… eh… ¿Es que
no yo no puedo tocarte pero tu a mi si?-dije para evitar mi nerviosismo en un
intento fallido.
-Aja-dijo el
simplemente-entonces te toco yo también…
-¡Nyaaa Castiel no
digas cosas raras!-dije poniéndome roja ante su cara de pervertido.
-Son cosas muy
normales en una pareja-dijo atrayéndome mas hacia él, que no se si era posible
ya.
-¡Pues a mi me
gustan mas las cosas raras!-le dije riendo.
-Que bipolar…
-Oye, que nunca
dije que no me gustaran, solo te dije que no las hicieras conmigo!
-Y, a todo esto,
¿Que son las cosas ‘’raras’’ que no quieres que te haga?-dijo poniéndose encima
mio.
-Esto… ¡me
voy!-dije escurriéndome de la cama y parándome.- ¡Waa! ¡Voy en bolas!-busque
con la mirada una camiseta mientras me tapaba mis partes femeninas.
-¡No me dejas
disfrutar de las vistas eh!-protesto el, pose mi mirada en su cuerpo, solo se
tapaba sus partes con la manta el muy… ¡Cami no babosees mas!
-Ca-castiel…-el
Dios griego se levanto de la cama y me volvió a tirar en ella.
-Déjame disfrutar
un ratito mas-dijo haciendo pucheros.
-Que raro tu
haciendo pucheros…
-Esto es una
ocasión especial.
-Ya veo…-y nos
volvimos a ‘’retozar’’ entre las mantas.
[…]
-¡Nyaa Castiel
déjame irme a ducharme, que ya es mediodía y no hemos salido de la habitación!-le
dije intentando que me suelte el brazo mientras iba arrastrando las sabanas
como vestido.
-¡Pero quédate un
rato más!-decía el estirándome.
-No, ¡es lo que
llevas diciéndome un buen rato y lo que he hecho! Ahora, me voy a mi baño.-dije
con la barbilla alta e intentando salir.
-Entonces te
acompaño-me dijo cerca del oído y abrazándome por la cintura.
Tuve que ir al
baño con Castiel persiguiéndome por toda la casa, no es que no me gustara… pero
aun que ya me ha visto miles de veces desnuda, me sigue dando algo de
vergüenza, me pongo como un tomate y odio ponerme como un tomate… Llegue a la
puerta del baño y la abrí, ¿es lo normal no?
-Castiel ya puedes
dejar de perseguir…-decía yo, pero al ver la escena pare.
-¡Anda, el
doctorsucho a tenido la misma idea!-dijo Castiel señalando a mi hermana y a
James en la ducha haciendo cosas que creo que no se pueden hacer en esa pequeña
duchita que ahora… ya no es virgen, ¿se puede dejar a una ducha preñada? Pues
con los dos estos ahí seguramente pasaría…
-¡No mires
pelirrojo!-le dije a Castiel tapándole los ojos, ¡si cree que lo dejare mirar
las partes intimas de mi hermana va listo!
-¡Tu tampoco
mires! ¡Que James también esta como Dios lo trajo al mundo!-me grito Castiel
intentando taparme los ojos como podía.
-¡Salgamos de
aquí!-le dije, Sanae y James parecían no saber que estábamos ahí y estaban
haciendo ruidos muy raros.
Salimos del baño a
toda pastilla con las super-sabanas de ropa que tenia y Castiel… en boxers, ahí
que se le marca la…
Unas horas después
ya salíamos de casa tranquilamente, tenia ganas de ir a la cafetería donde
fuimos cuando Poks y Dake llegaron, ¡a lo mejor me encontraba con la otra chica
con orejas! Era… era… Hatsu! Era muy mona… y Moi! Tengo curiosidad, si, soy
curiosa ¿Qué pasa? Eh? Quiero saber la historia de sus orejas…
-¿Por qué querías
venir aquí?-pregunto Castiel un poco borde. Esta enfadado porque quería que nos
quedásemos en la cama… hum!
-Quiero ver a
Hatsu y a Moi-le dije cogiéndole de la mano para entrar.
-¿Quién co** son
esos?-dijo el.
-Que memoria de
pez tienes, pelirrojo mio-le dije.
Nos sentamos en
una mesa cerca de la ventana, me gustan las ventanas… Enseguida divise a Hatsu
con un montón de bebidas en una bandeja, ¡Como iba la chica, es Wonderwoman! Le
pedimos a un camarero que pasaba por ahí unos helados, ¡de chocolate claro!
-¡Castiel te vas a
matar si comes así el helado!-proteste, el levanto la cabeza para verme, debo
apuntar que tenia toda la cara llena de chocolate.
-Perdone usted
señorita, no soy un príncipe, soy un sapo sexy!-dijo el, no pude evitar soltar
una carcajada por la cara del pelirrojo, parecía que le hubiera explotado el
helado en la cara.
-¡Anda ven aquí
sapo sexy!-le dije, le limpie con una servilleta toda la cara-eres un desastre,
pero te quiero así.
-Ah! ¡Gata
negra!-dijo una voz a mi espalda, me gire para ver quien era.
-Hola Hatsu! He
venido a verte-le dije sonriente.
-A pues acabo mi
turno en un rato, si quieres podemos irnos por ahí un rato, y tu pelirrojo
también, seguro que se llevan bien Moi y el.-dijo ella.
-Lo dudo
mucho…-dije mirando a Castiel.
Media hora después
estábamos los cuatro fuera, Castiel, Hatsu, Moises y yo.
-Bien, ¿Dónde
vamos?-dijo Moi.
-¿Que os parece el
centro comercial?-dije yo.
-A mi me da
igual-dijo Castiel con su tono de indiferencia, no se como es que le cambia la
actitud cuando esta con otra gente.
-Lo que decidan
las chicas-dijo Moi sonriendo.
-Por mi bien-dijo
Hatsu.
Estos dos últimos
se miraban como con chispitas en los ojos, no estarán… ¿enamorados? Pero Hatsu
me dijo que eran solo amigos, hum!
-Oye gata
marrón-le dije a la chica.
-¿Por qué marrón? A
ya…-dijo ella entendiendo.- ¿Qué pasa?
-¿Cuando seréis
Moi y tu, novios?-le dije, creo que me he pasado… se ha puesto bastante roja…
ayy.
-Pu-pues, si te
digo la verdad, el a mi me gusta pero… no se si yo a el.-me dijo, como los
chicos iban andando detrás nuestro, no nos oían, además, estaban demasiado
ocupados ignorándose.
-Claro que le
gustas, se le nota!-le dije-Aun que parezca tonta, no lo soy tanto.
-¿Tú crees?-me
dijo ella.
-Hazme caso! Por
cierto, ¿Cómo conseguiste esas orejas?-dije yo.
-Fue cuando Moi y
yo nos conocimos, se las habían regalado y pues me las dio porque decían que no
le quedaban bien.
-Y no te las
quitaste… como yo!-salte sobre Castiel que iba mirando para cualquier lado y me
cogió en brazos.-¡Nyaa gracias!
-¿Por
qué?-pregunto el pelirrojo.
-Por hacerme gata.-le
dije.
No hay comentarios:
Publicar un comentario