viernes, 11 de abril de 2014

Capitulo 40



Narra Poks
Dejamos a Cami en la casa de Castiel, no sin antes advertirla de que use protección, claro… ¿¡QUE!? ¡Ya todas sabíamos que Castiel quería eso! ¿Para que ocultarlo? Digo yo…
-Poks, ¿Vamos juntas hacia casa?-me pregunto Misa. Vivimos cerca así que… No! Antes tengo que ir a… eso!
-Lo siento, tengo que ir a hacer una cosa-le dije.
-Y que es esa ‘’cosa’’ Poksita-me dijo Eli insinuando cosas, cosas pervertidas exactamente.
-Nada, nada, ¡los ponis rosas me esperan! Adiós!-dije nerviosa, creo que no puede haber despedida peor. Las chicas se quedaron extrañadas y yo salí corriendo hacia el instituto, si, ese era mi último destino del día.
Suerte que todavía era de día… ¡así los pervertidos no me atacaran! Y con mas suerte, si él esta, me acompañara a casa luego. Menos mal que llevaba pantalones hoy, que si no, no iba a poder correr tanto, espero que este, tengo muchas ganas de verle.
Al llegar a la entrada del instituto estaba cerrado, obviamente. Salte la vaya y me fui directa al gimnasio, y allí estaba él… sudoroso, brillante... respirando agitadamente... ay mis bragas…
-Hola Poks!-me saludo Dajan con una sonrisa de anuncio de pasta de dientes. ¡Que alguien me de otras bragas por favor!
-Ho-Hola, ¿he llegado demasiado tarde?-pregunté, otra vez nerviosa.
-Pues, ya iba a irme… pero te puedo acompañar hasta tu casa si me esperas a que me cambie-dijo el. Te espero lo que quieras, días, semanas, meses, años…
-Si, te espero-dije sonriente.
De mientras… os explicare. Dajan y yo hemos estado viéndonos después de clase, todos los días y muchas veces los fines de semana, nos hemos hecho… muy amigos? Vale, vale, no puedo ocultarlo, me gustan un montón, tengo ganas de tocar…
-¡Ya estoy Poks!-dijo el macizorro DIGO! Dajan. Llevaba una camiseta negra de manga corta y unos pantalones de deporte rojos. Creo que su look no cambia en ningún momento.
Caminábamos los dos hacia mi casa, bueno, y la de Dake, íbamos callados, creo que ninguno de los dos sabia que decir y eso que Dajan nunca se esta calladito, ¿En que estará pensando?
-Por cierto, estás muy guapa-dijo mirándome de arriba abajo, lo que provoco un sonrojo por mi parte. De verdad, Dajan cada día esta mas buenorro.
-Gra-gracias-le dije, ¿tartamudeo? ¡Esto no puede seguir así!
Hubo un pequeño silencio mientras seguíamos andando, ya se estaba haciendo de noche y la luna no tardaría en aparecer.
-Estuve pensándolo todo el día…-dijo él de repente-pero no se como decírtelo.
-¿El que?-pregunte instintivamente.
-Que te quiero.-dijo el. Yo me pare en seco y le mire con los ojos como platos, el paro de andar y se giro, algo temeroso, supongo que por mi reacción. Lo note algo sonrojado pero seguidamente sonrió de lado, como triunfal.
-Yo… Yo…-no sabia ni lo que decía, ¿Dajan de verdad me había dicho eso? Nah, creo que me he quedado en coma y estoy en un hospital soñando todo esto. Seguro me choque contra una farola mientras iba corriendo antes. Si, será eso.- ¿De verdad esto es real?-pregunte pensando en voz alta.
-Pellízcate si quieres-dijo el riendo. ¿Y ahora por que se ríe?-Te voy a tener que demostrar que no estas soñando.-añadió acercándose.
-Te lo tienes muy creído eh!-le dije sin pensar. A lo que el me respondió… con un beso. Al principio fue uno desesperado, creo que los dos estuvimos esperando por demasiado esto. Entonces… ¡no estoy soñando! JÁ él me quiere… ¡y nos estamos besando!  ¡Y los Pikachus morados no vendrán a por mí! ¡Este es el mejor día de mi vida!
Me cogió de la cintura y me arrastro mas a el mientras me seguía besando, esta vez, mas apasionadamente. Yo le rodeé el cuello con los brazos pegando más a él, si es que era posible.
En un momento, nos separamos unos centímetros para respirar.
-¿Sigues soñando?-me pregunto.
-Claro que no!-le dije, para después lanzarme otra vez a sus dulces labios.
Rato después decidimos ir ya para mi casa porque se estaba haciendo demasiado de noche y empezaba a hacer un poco de frio.
Al llegar al portal del edificio le dije que me acompañara hasta la puerta del piso, ahora que lo podía tener cuando quisiera, quería tenerlo todo el rato conmigo.
-Bueno, esta es nuestra despedida, por hoy…-dijo el, como queriendo retrasar el momento.
-Si… hasta mañana-le dije sonriendo y le di un beso de despedida, bastante lento.
Él se giro para irse y yo gire las llaves para abrir la puerta…
-Dajan-le dije.
-¿Si…-no pudo decir nada mas porque me tire a darle tal beso que casi caímos al suelo.
Pronto nos estábamos dando empujoncitos aun pegados como con superglue, termine de abrir la puerta con una patada y nos seguimos besando dentro. No se oía nada por lo que Dake no estaría, pero eso no me importaba en ese momento. Solo… los labios de él.
Fuimos tropezando con todo hasta llegar a mi cuarto y empezar a quitarnos la ropa violentamente, como tigres salvajes queriendo devorar a su presa.
-Que velocidad-le dije al verlo mientras se quitaba la ropa. Ay que se me cae la baba! ¿¡Como podía estar tan bien formado?!
-Que sexy Poks!-me dijo el con una sonrisa picara.
Yo me tire encima de él con la poca ropa interior que nos quedaba y caímos en mi cama. Con sus manos acaricio lo más que pudo cada parte de mi cuerpo, como si hubiera estado años esperándolo. Demasiado exagerado.
Y… en fin, acabo pasando lo que tenía que pasar entre una cama, un hombre y una mujer. Menos mal que a la mañana siguiente no había instituto por los preparativos de la fiesta-baile-concierto,¡ya ni se sabe lo que es!
Fin de la narración de Poks
-Cas… tiel?-dije empujando la puerta de su piso que estaba abierta, ¿Es que no sabe cerrarla? ¡Un día aparecerá violado por alguna loca!
Me metí dentro y cerré la puerta detrás de mi, deje las bolsas de las compras en la entrada y escuche música que venia, supongo, de la habitación de Castiel.
Mire al suelo y vi montones de velas blancas formando un camino en el suelo hasta su habitación.
-¿Qué es esto?-dije maravillada. Jo, Castiel cuando quiere se luce.
Fui hasta la habitación de mi pelirrojo, siguiendo el camino, y me lo encontré desnudo con una manta tapándole… su banana!
-¿¡Has comprado una cama de matrimonio!?-le grite al ver, la nueva, grande y lujosa cama en la que estaba tumbado.
-Si, necesitamos mas sitio para hacer nuestras cosas ¿no?-me dijo el muy pervertido.
-¡Nyaaa eres un pervertido pero aun así te quiero!-dije tirándome encima suyo.
-¡Pero quítate la ropa Gata loca!-me dijo intentando desabrocharme la falda.
-Aish, acabo de llegar y ya me quieres desnudar.-le dije sonriendo.
-Es que no quiero perder el tiempo.-me dijo él burlón.
-Impacienteee!-le dije mientras me acercaba para besarlo.
A solo unos centímetros de su boca me susurro un ‘’Te quiero’’ y nos fundimos en un beso. Me quito la ropa, como siempre, hasta quedarme en ropa interior, si, le cuesta quitarme la ropa interior, creo que se le cae la baba mientras lo hace por eso no puede. Sus manos recorrieron mi espalda hasta llegar al broche de mi sujetador.
-Este es mas fácil de abrir-le dije burlona.
-¡No perderé contra un sujetador!-me dijo él. Empezó a ‘’quitármelo’’ y digo ‘’quitármelo’’ porque no lo estaba consiguiendo, llego a un momento en el que me hacia cosquillas en la espalda al hacer movimientos raros y no paraba de reír como una boba.
-¿Qué, de que te ríes?-dijo él molesto.
-¡Me haces cosquillas y encima pones cara de tonto por tus intentos!-le dije-anda, déjame a mi…-añadí quitándome el famoso sujetador.
-¿Cómo es que te lo quitas tan fácilmente?-pregunto él escondiéndome en las sabanas.
-Magia-le conteste.
[…]
Narra Castiel
Me desperté bastante feliz, muy raro en mí, teniendo en cuenta que mis despertares son siempre de mal humor, menos cuando estoy con Cami.
Note algo revolverse entre las sabanas y abrazarme. Mi Gatita.
-No, Mister Potato no te comas a caperucita azul.-dijo ella, ¿Qué co** estaba soñando?-Ya sé que Castiel esta muy bueno caperu, pero es mio zor**-añadió con una sonrisita. Eh… mejor no comento nada sobre esto.
Las imágenes de la noche anterior rondaban mi cabeza haciéndome sonreír como un autentico gili****as. Pero, sonreír así no hace daño a nadie ¿no? ¡Pues aun peor!
Después de unos quince minutos intentando no despertar a Cami para prepararle el desayuno, si desayuno, alguna vez tengo que cocinar yo ¿no? Tortitas con mermelada, hoy tortitas de mermelada. Le van a encantar. Jo*** voy de mal en peor, cada día mas cursi. *Es lo que tiene el amor* EH? ¿Lenny que haces en mi narración? ¡Largo! *vale, vale, sigue con lo tuyo pelirrojo*
-Tortiiiitas-escuche decir desde la encimera. Eran las orejas de gato de Cami junto con su cabeza que asomaban desde ahí.
-Buenos días, se dice por la mañana-le dije.
-Pareces mi hermana hablando así-me dijo-Oye Castiel… ¿Qué es lo que tramáis Lys y tú?-ahí va, ¿nos habrá descubierto?-¡Venga sé que es algo!-¿y yo que le digo ahora? Estropeare la sorpresa si se entera.
-Lo sabrás dentro de unos días-le dije finalmente. La Gatita protesto un poco pero al final se rindió, aun seguía zombie, por las mañanas solo la levanta la comida.
-¿Me darás alguna tortita?-pregunto como una niña pequeña.
-Si son para ti, a ver si después de comerlas no te ves tan fofa.-me burle.
-Bien que deseabas este cuerpo fofo ayer por la noche.-dijo acercándose a mi. Vi que solo llevaba puesta una de mis camisetas de Guns N Roses.
-¿A que me la regalas?-me pregunto viendo que miraba la camiseta, que por cierto, le quedaba enorme.
-No, por muy loca que estés no te la regalare-le dije dándole la vuelta a las tortitas.
-¿Y me la prestaras?-me pregunto asomando la cabecita por mi brazo.
-Hecho! Y… ya están las tortitas-le dije. Ella se abrazó a mi espalda y quedo pegada mientras yo llevaba los platos con el desayuno.
-Te quiero-susurro. A lo que yo le respondí con un beso.
Fin de la narración de Castiel
3 días después~~
¡¡¡¡Increíble, Increíble!!!! Ya solo falta una hora para que toquemos y estamos en la entrada del instituto, ya todas preparadas con los trajes que habíamos comprado la otra vez. ¿Qué dirán los chicos al vernos? ¡Seguro se les cae la baba! Estoy impaciente, ¡tengo ganas de cantar!
-Cami relájate que acabaras explotando-me dijo Sui.
-Nyaa es que no puedo, ¡Entremos de una vez! ¿A que Alien esperamos?-dije.
-¡Gata Loca ya vamos!-me dijo Hatsu.
-¡A ver! ¡Últimos vistazos!-grito Lenny a todas las chicas.
-¡Pelo, pechos, nariz, codos, culo, vestido! ¿Esta todo en orden?-dijo Beato a todas. Asentimos nerviosas y sonreímos.
-Ahora si, ¡A ver a cuantos hay que ponerles servilletas para que no chorreen babas!-dijo Rin.
El baile-fiesta-concierto era en la sala de teatro, como tenía escenario, allí podríamos tocar. Estaba muy bien decorado, algunas cosas he de decir que eran bastante cursis pero por lo demás estaba genial.
La directora merodeaba por ahí revisando cada detalle para que todo estuviera perfecto. Muchos de los alumnos bailaban en la pista con sus parejas y otro estaban bebiendo refrescos por ahí, si es que de verdad eran refrescos lo que bebían.
Al encontrarnos con los chicos se les cayó la boca al suelo, más o menos, se quedaron bastante impresionados con nuestro atuendo. No es por egocéntrica pero… he de decir que estábamos geniales. ¡Hasta a Amber le dio envidia! JÁ Ellos… iban impresionantes, mas sexys de lo normal diría yo. Casi todos llevaban trajes, y digo casi todos porque mi pelirrojo, iba tan rockero como siempre.
El rato que quedaba para el comienzo del concierto se nos había hecho bastante corto, pero estaba emocionadísima, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos las Metal Goddess en el escenario.
Los chicos y las chicas, que no actuarían, nos miraban desde la primera fila, animándonos, y ahora… era cuando me venían los nervios. Un foco enorme nos apuntó y pude observar como todas las miradas se posaban en nosotras…

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