Narra Dylan
Tsk… Me tiene miedo… perfecto. Mira que
conseguirse novio cuando yo no estaba, un pelirojo idi***. Si no es mía, no va
a ser de nadie.
-Eem… ¿Necesitas algo?-me decía el delegado,
Nathaniel creo que era, que mas da.
-Si, venia para saber cual es mi taquilla,
se ve que se han olvidado.-intente decir lo mas simpático que podía, si no lo
hacia el pastel se descubría, aunque este tipo parecía no fiarse mucho de mi.
-Si, toma es la 207-me dio un papel donde
estaba la contraseña para abrir mi taquilla y me fui de ahí, saludándole con la
mano, agghh tener que sonreír tanto me da ganas de vomitar.
Fui en dirección donde se suponía que estaba
mi taquilla, para mi sorpresa, la bellísima gatita estaba sacando sus libros, lastima
que iba acompañada por una chica de pelo plateado y ojos bicolores, que rara, y
otra rubia de ojos azules. Me acerque un poco para ver de qué hablaban y si
podía sacar algo de información que me valiera.
-Eli ya te he dicho que no hace falta que traigas
el bate, no creo que Dylan se me valla a acercar mas.-decía mi Cami. Su voz
seguía sonando tan seductora para mí como siempre.
-Tú y yo sabemos que eso no pasara, seguro
que no para de perseguirte hasta que consiga lo que quiere-decía la rubia a la
que Camila había llamado ‘’Eli’’, que nombre mas cursi, aunque la tía no estaba
mal…
-Venga Cami deja que le demos un poco, tengo
el cuerpo preparado, en cuanto me digas lo buscamos y le damos lo mas fuerte
que podamos-dijo la de ojos bicolores. Trague saliva ¿De verdad que irían a por
mí? ¿¡Pero que me pasa!? Puedo con esas tías con un solo brazo.
-Bueno, seguimos hablando por el camino, el
pasillo así de vacío me da mala espina.-dijo la gatita, ahora tenia un sexto
sentido ¿o que?
Vi como las tres chicas se alejaban y me
acerque a la taquilla donde Cami había sacado los libros. Le voy a dejar una
pequeña nota, espero que no se asuste mucho. Sonreí maliciosamente, todo iba
marchando bien. Menos mal que me escape de ese lugar donde mi tío el viejo
cascarrabias me tenia alejado del mundo.
Camine un poco hacia la puerta que daba al
patio y me encontré con otra rubia que iba con otras dos chicas, no les preste
mucha atención hasta que la rubia me miro y dijo:
-Tú eres el chico nuevo ¿no? No estas nada
mal… me llamo Amber. Se suponía que tenía que ser simpático con la gente, pero
no estoy tan desesperado hasta esos límites por tener un rollo.
-Mira Ambar o como quiera que te llames, no
estoy para perder el tiempo con niñitas como tu, así que mejor que te vayas
largando de mi vista.-le dije sin rodeos, la verdad que tenia ganas de que
desapareciera, las chicas como ella no había porque aguantarlas.
-Ah! ¡Como te atreves a hablarme así! ¡Por
muy guapo que seas, este es MÍ instituto!-decía la rubia roja por la ira.
-Eso no es lo que dicen por ahí-le dije
sonriendo para ver como reaccionaba.
-Si quiero puedo hacer que te expulsen, así
que…-le sonreí maliciosamente, se paro y después siguió hablando con su voz
horrorosamente chillona- ¿Po-por qué sonríes así?-muy bien, la estaba poniendo
nerviosa, cambie mi rostro a uno mas serio.
-Eres patética, te crees que por que tu
hermano sea el delegado te tengo que tener miedo-le dije, ella hecho un paso
atrás y sus amigas como unos buenos perros falderos también, su cara ahora parecía
un poco más asustada. En un movimiento rápido, la cogí de las muñecas y la
estampe contra las taquillas que tenia a mi espalda antes.
-¿¡QUE HACES, SUELTAME PSICOPATA!?-dijo la
rubia, le apreté las muñecas para que se callara y gimió de dolor.
-No vuelvas a amenazarme con expulsarme
porque lo puedes pasar realmente mal.
-¡TE DIGO QUE ME SUELTES!-gritó. Le apreté
más las muñecas.
-No vuelvas a amenazarme.
-¡Esta bien pero suéltame ya!-grito casi
llorando.
-Ahí te quedas rubia, nos vemos.-la solté y me
fui, dejando a sus dos perros falderos paralizados y a ella llorando tirada en
el suelo, nadie me había visto así que no me preocupe.
Fin de la narración de Dylan
Eli, Sui y yo íbamos andando hacia detrás
del instituto donde había un gran árbol con sombra, ese era el lugar de pellas
de Castiel pero decidimos cambiarlo ya que en la cafetería todos esperaban
nuestra llegada para ver que chorradas hacíamos hoy, demasiado escandalo
hacíamos y la gente ya se preparaba palomitas para vernos.
-Ya estabais tardando demasiado, iba a
llamar a la policía para que fuera a investigar la desaparición-dijo Castiel
burlón.
-JA-JA calladito pelirojo de bote-le dije
-¿Es tinte de pelo? ¡Yo pensé que era
pelirojo natural!- dijo Mizi
-Ah! Pues su color de pelo original es negro-decía
Lenny que iba abrazada a Armin.
-¡Queréis dejar de hablar de mi pelo! ¡A
quien le interesa si es natural o no!-protestaba el pelirojo no tan pelirojo.
-¡A mi!-dijimos todos a la vez menos
Castiel.
-Que curiosa esta la gente
últimamente…-refunfuño el.
-Vamos, que era solo una bromita no te
enfurruñes-le dije y me acerque para ponerle la mejor de mis caritas monas.
-Y ahí vemos como la gatita negra se acerca
peligrosamente al perro rojo y le pone una de sus mejores caritas-decía Beato
como si fuera un documental de animales.
-En unos momentos veremos la reacción del
perro gruñón hacia la gatita adorable-decía Rin.
-Mirad, parece que el perro se dispone a
besar a la gatita-dijo Misa.
Castiel y yo nos besamos, parece que mis
caras monas hacen efecto en el. Ignorando las cosas que decían mis amigos me
senté sobre el regazo de Castiel.
-¡Oh que escena más bonita!-decía Hikari con
ojos de enamorada.
-A saber que otras cosas le hará la gatita
al perro cuando no hay nadie mirando-dijo Eli.
-Ay Eli si es que no tienes vergüenza-dijo
Nicol riendo.
-¡A callar todo el
mundo!-dijimos Castiel y yo a la vez.
-Rin ¿Qué decías
sobre la adorable gatita?-dijo Armin entre risas.
-Eh! Que yo soy
muy adorable pero vosotros me ponéis de los nervios-dije defendiéndome.
-Solo a veces,
cuando te enfadas eres un demonio ‘gatita adorable’-dijo Jade.
-Fuuuu que malas
personas sois.-dije haciendo pucheros.-Dejando de lado las tonterías, ¿Lys que
te pasa no has hablado casi en todo el dia?
-Es su
naturaleza-me respondió Castiel
-Ya lo se, solo
que esta mas callado de lo normal.-le dije
-Solo… he estado
pensando nombres para el grupo-dijo Lysandro
-¿Se te ha
ocurrido alguno?-le pregunto Armin
-No, es bastante
difícil teniendo en cuenta que a Castiel no le gusta ninguno.-dijo Lys
-Mira que eres
burro Castiel, seguro que a Lysandro se le ocurren muy buenos nombres-dijo Eli
poniéndose enseguida de parte de Lys, un poco más y no me aguanto las
carcajadas por la cara decidida de Elizabeth.
-¡Camiiiiiiiiiii!-
Escuche una voz que cada vez se acercaba mas y mas hasta que…
AUCH!
-¡Tor jo*** me
aplastas!-le dije a mi prima que acababa de llegar corriendo y se tiro encima
mio y de Castiel.
-Me… ahogo…-decía
el pelirojo.
-AAaah! Lo siento,
Cami ven, tengo que contarte una cosa.-me dijo Tor arrastrándome del brazo-
¡Chicas ayuda!-les dije a mis amigas, que nos siguieron a mi y a Lluvia.
-¿Qué es lo que
pasa?-dije con las demás chicas mirando curiosas.
-Eh veras… he
conocido al delegado principal, ¡es una monada!-dijo Lluvia feliz.
-¿A Nathaniel?-pregunto
Sui para estar segura
-Siiiiiiii! ¡Creo
que es el chico más guapo y amable que he conocido en mi vida!- seguía diciendo
ella.
-Si, a todas nos
da la misma impresión-dijo Nicol
-¡Hasta que te
enamoras!-dijo Lenny
Hablamos unos
minutos más hasta que Castiel y Armin empezaron a quejarse porque Lenny y yo no
estábamos con ellos. Así que decidimos ir con ellos hasta que sonara el timbre
para entrar de nuevo a las clases.
Las clases no
fueron nada del otro mundo y me las pase hablando con Misa, Hikari y Armin.
Cuando termine las clases por hoy fui a mi taquilla a dejar algunos libros que
no me iban a hacer falta, ya me había olvidado casi de Dylan cuando encontré la
nota, ¡Esto no puede ser! ¡Este chico se ha vuelto un psicópata total!
-¿Qué es esto otra
nota de Amber?- me dijo Lys llegando hacia mi y quitándome la nota de la mano.
Esta vez la cara le cambio muy pero que muy radicalmente, estaba rojo, de
ira.-Esto se esta pasando de la raya.
En la nota:
Si crees que vas a poder correr y esconderte
de mí siempre, estas muy equivocada, en cualquier momento te encontrare y te
cogeré, tus amiguitos no van a estar siempre contigo, así que cuenta con que en
algún momento estarás conmigo. Si no eres mía, no serás de nadie.
Dylan
Yo me había
quedado paralizada, por culpa de mis impulsos por salir corriendo asustada
Dylan me estaba metiendo más miedo. Lysandro se puso recto y me abrazo,
intentando calmarme.
-No te preocupes
Cami no dejare que se te acerque y sabes que todos estamos contigo, no tienes
que asustarte.-me decía.
Castiel llego al
poco tiempo, puesto que siempre me acompañaba a casa, Lysandro al ver su cara
de desconcierto al verme, le pasó la nota.
-Lo mato…-dijo
Castiel mirando la nota.
Después de un rato
ahora tranquilizando a la gente yo, me acompañaron los dos a casa, en unas
horas tenia que volver al instituto para probar canciones con las chicas y
quería estar lista a tiempo. Castiel quiso quedarse en mi casa pero le dije que
no porque si pasaba demasiado tiempo conmigo se aburriría. Estuve remoloneando
por la casa con Sanae al lado, después me puse otra ropa para el ensayo, quería
ir lo mas cómoda posible. Me puse unos leggins con una camiseta de los Sex
Pistols y mis converse negras. Salí de casa con mi mp3 a todo volumen con los
auriculares, sé que me quedaría sorda pero era la única forma que en ese
momento tenia para despejarme la cabeza.
Al llegar al
instituto e ir a la sala de Música 2, me encontré con Sui, Eli, Lenny, Rin,
Nicol, Tor y Hikari, que parecían bastantes preocupadas por algo.
-Camiiii! ¿Estas
bien?, ¡Eli nos ha dicho que Lysandro le ha dicho que Dylan te había dejado una
nota maligna en la taquilla!-dijo Tor muy rápido y sin respirar.
-¿Era por eso las
caras de preocupación? No pasa nada, ese tío solo quiere asustar-les dije,
aunque ni yo misma me creía mis palabras, el rubio maniaco podía llegar a ser…
muy maniaco.
-¿Seguro? Porque
Lys me dijo que parecías muy asustada-dijo Eli.
-Mmm… Así que ya
le has tomado confianza, ahora le llamas Lys-le dije y me reí.-¿Quieres una
cita con el?
-Esto… yo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario