viernes, 11 de abril de 2014

Capitulo 26



¡Jueves, Jueves, Jueves! ¿Por qué son tan aburridos? Al menos hoy, Jueves, vienen mis dos amigos de la ciudad, Pok y Dake, esos dos, son una de las cosas buenas que tuve al estar allí. La mañana en el instituto había pasado lenta y llena de achuchones por parte de mis amigas al ver que había vuelto al instituto, ¡lo que me faltaba es que me mataran de tanto apretujón! Pero tampoco he dicho que no me gustara, ¡los achuchones son buenos para la salud!
-¡Date prisa caracol! ¡Que ha este paso llegamos a la estación de tren el año que viene!-me gritaba Castiel desde el  piso de abajo. Yo estaba en mi habitación eligiendo la ropa que ponerme para encontrarme con mis amigos.
-¡Ya voy! ¿¡Y ahora soy un caracol!? ¡En que mundo se ha visto que un gato se convierta en caracol!-le dije.
-Pues eres una gata lenta-dijo Castiel entrando en mi cuarto… mientras yo me cambiaba las braguitas…
-AAAAAH! ¡Pervertido de los cojo***! ¡Te dije que no entraras bestia! ¡Un dia mandare a que Pikachu te electrocute! ¡Gírate, gírateeeeeeeeeeee!-le gritaba mientras me subía las bragas lo mas rápido que podía. Castiel se giro rápidamente y me puse el vestido que tenía preparado, era gris, de tirantes, me llegaba un poco antes de las rodillas y con un cinturón en medio de color blanco.
-¿Pero no decías que no importaba que te viera?-dijo Castiel riéndose.
-¡No! ¡Solo fue ese momento de debilidad!-dije poniéndome roja-ya puedes mirar.
-¡¿Qué pasa aquí?! ¿¡Castiel, pervertido, que le haces a mi niña!?-dijo Sanae entrando a la habitación.
-¡Que no soy un pervertido jod**!-dijo el pelirrojo.
-Nada Sanae, ya esta.-dije poniéndome mas roja, por mi cabeza pasaban las imágenes de mi y Castiel haciendo ‘’cosillas’’ al escuchar decir a mi hermana  eso-¿Nos vamos?
Sanae nos llevo a la estación en su coche, durante el camino Castiel no parada de burlarse de mi hermana por cada cosa que hacia…
-Si, tu imitación de Cami fue la peor que he visto en mi vida.-le decía Castiel a mi hermana. Ella iba conduciendo y el pelirrojo y yo detrás.
-¡Que me dejes!-grito ella- ¡Y si yo hago malas imitaciones tu tienes el pelo horrible!
-¡¿A que viene eso de meterse con mi pelo?!-dijo el.
-¡Yo cambio de tema cuando quiera! ¡Así que digo que tu pelo es feo!-Sanae le tiro una mirada asesina por el espejo.
-Pues anda que el tuyo…-dijo el. Mi hermana quiso pegarle al pelirrojo y al hacerlo el coche se tambaleo.
-AAh! ¡Jod** yo no vuelvo a ir en coche con vosotros dos!-grite cuando Sanae volvió a poner todo en orden. -¡Sanae no le hagas caso al culo blandito y TU-dije mirando a Castiel-ya no le digas mas nada!-les grite a los dos demasiado nerviosa.
-Perdón hermanita…-dijo Sanae.
-¡Nyaaa sois idio***! ¡Que susto me he llevado!-dije acurrucándome en Castiel.
-Bueno, vale, ya no digo más nada.-dijo el acariciándome el pelo.
-Mas te vale-le dijo Sanae con cara de monstruo. Castiel parecía que no sabía si reír o llorar.
El resto del viajecito paso mas tranquilo, se ve que no querían que pasara lo de antes y me pusiera loca, porque yo, loca, ya no soy Cami la gatita.
Llegamos bien, aun quedaban quince minutos para que llegara el tren, yo no podía mas, ¡Ya quería verlos!
-Me aburro, ¡¿cuanto falta!?-decía yo.
-Hermanita solo llevamos cinco minutos aquí…-me dijo Sanae.
-¿Quieres que te entretenga?-me dijo Castiel seductoramente, o al menos era lo que me parecía.
-¿Co-como que entretenerme?-dije sonrojándome.
-¿En que piensa esa cabecita tuya? Yo decía de jugar a un juego-decía el pelirrojo riendo.
-Hum! Un día te cogeré y te encerrare en una habitación vacía con mi hermana a ver si me vuelves a gastar bromas de esas.-dije vengativamente, la cara de Castiel se puso blanca y abrió mucho los ojos.
-No serias capaz…-dijo el.
-¿No? ¿Estas seguro?-su cara cada vez era mas tonta y no pude seguir con mi broma, total que me puse a reír como una tonta.
-¡Pero serás!-dijo el cogiéndome de la cintura y levantándome, quedándome así como si estuviera llevando un saco de patatas.
-¡Castieeeeeeeeeeeeel! ¡Bájame que llevo un vestido! ¡Es que no te preocupa que me vean las braguitas!-como estaba nerviosa e intentaba taparme el culo, no me di cuenta de que la gente que estaba por allí nos miraba. Castiel me bajo lentamente y al ver a toda la gente allí mirándonos, algunos riendo y otros con cara de no entender nada, me sonroje demasiado, estaría… ¡COMO UN TOMATE! ¡Porque el pelo de Castiel no es tan rojo! Cogí de la mano a mi noviecito y me lo lleve hacia un banco mas apartado con las miradas de la gente.
-Vaya espectáculo café-man, ¡podrías entrar en un circo!-dijo mi hermana acercándose a nosotros. El pelirrojo vio que la gente seguía mirando y se irritó.
-¿¡QUE CO** MIRAIS?!-les grito el. Enseguida la gente dejo de mirarnos y se ve que cualquier otra cosa era más interesante.
-Mama esa chica llevaba unas braguitas de conejitos…-le oí murmurar a una niña que estaba cerca. Su madre me vio que miraba a la niña y se la llevo  más lejos de nosotros.
-¡Nyaa Castiel mira lo que haces!-proteste.
-¡Pero si tus bragas son muy sexys no te quejes!-me dijo el.
-Siempre me dices que todo es sexy, ¿Hay algo que no lo sea?
-Todo en ti es sexy, en cambio, si ves a Sanae-dijo apuntándola, mi hermana ya parecía lista para atacar-nada de ella es sexy.
El pelirrojo y yo nos echamos a reír como unos locos, lo que volvió a causar que la gente nos mirara, y que Sanae se enfadara, pero al ver que reía ella también lo hizo.
Al rato me di cuenta de que ya habían pasado los diez minutos que faltaban para que llegara el tren. Me acerque mas a la vía y vi que estaba a punto de parar. Vi que bajaba gente y gente y gente y mas… gente. ¿Dónde estaban Pok y Dake?
-¡Nyaaa que frustrante!-dije.
-Míralos-dijo Sanae y señalo casi por el final del tren que bajaban los dos.
Corrí nada mas divisarlos y me abalancé sobre mi querida amiga Pok.
-Poks, ¡te extrañe mucho! ¡Que cambiada estas! ¡Me alegro que los Pikachus morados no te hayan violado!-decía yo mientras la estrujaba.
-¡Cami! ¡Gatita loca! ¡Yo también te he extrañado! ¡Cuánto tiempo! ¡Pensé que moriría en el tren y no te vería nunca!-decía Pok estrujándome mas.
-No ha pasado ni u mes desde la ultima vez que nos vimos, ¿Por qué tanto escandalo?-decía Dake.
-¡A callar rubio!-le dije y me volvi a hablar mas con Poks-Nyaaaa amiga mía, ¿No te han torturado mientras no estaba no?
-¡Pero si era yo la que te protegía de los malos!-decía ella.
-¡Verdad! ¡Gracias Poks!
-¡¿Y yo que?! ¡Yo también quiero un abrazo!-protestaba Dake.
-¡A callar rubio!-le dije otra vez.
-¡Nyaaaaa tenemos que ir de compras Poks!
-¡Lo se, lo se!
-¿Y yo?-pregunto Dake.
-¡A callar rubio! Ok ya paro…-me separo lentamente de Pok y dirijo mi mirada a Dake.-¡Maldito rubio! ¡Te eche mucho de menos!-dije y me tire bruscamente hacia él, fue pura suerte que no nos matáramos.
-¡Yo también gata patosa!-grito el.
-¡Sigues siendo idi***!
-¡Y tu estas muy fofa!
-¡Bobo!
-¿Quién?-dijo extrañado.
-¿Eres tonto o peinas calvos?-le dije
-¡Peino calvos!
-Error! ¡Eres tonto!
-Bueno, ¡tampoco es que importe! Por cierto… yo también te quiero.
-Ujum!-eso era Castiel que había llegado, ¿Cuándo? Cuando me meto demasiado en el mundo happy con Dake puedo pasar horas sin saber que hago.
-Rápido Cami, ¡sepárate del rubito que a Castiel le entran celos!-decía Sanae burlándose de Castiel.
Castiel pego un bufido y me separe de Dake para darle un beso a mi pelirrojo celosín.
-Ah! Cami! ¿Entonces este es el culo blandito?-dijo Poks.
-¡Si! ¡Culo disponible solo para mi!-dije agarrándome a la camiseta de Castiel mientras todos reían.
-¿Por qué les dices que tengo el culo blandito?-me dijo Castiel y se acercó mas a mi oído-¿tanto te gusto tocar?-susurro para que solo yo lo oyera. Otra vez, roja como un tomate.
Durante el camino hacia una cafetería mi pelirrojo fue conociendo a mis amigos, Dake no le cayo muy bien, sigue un poco celoso. Otra vez en el coche, ahora con más distracciones dentro para Sanae, casi nos matamos por segunda vez. Esta vez me tranquilice más y me jure no ir con nadie en el coche con Sanae de conductora. Al llegar nos sentamos en una mesa y pedimos unos refrescos.
-Oye gatita ¿Conoces a ese tío de allá?-me susurro Poks señalando a un chico moreno, con pinta de jugador de baloncesto y con rastas.
Castiel que estaba a mi lado se fijo en que mirábamos y pareció reconocer al chico.
-Eh! Dajan!-le dijo Castiel saludándole con la mano, el tío le devolvió el saludo sonriente y se dispuso a acercarse.
-Cami… creo que necesito otras bragas…-me dijo Poks.

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